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sábado, septiembre 23, 2006

Policía corrupto: razones de un preconcepto

Me encuentro con mucha gente que me dice que no mira cine nacional. Yo intento convencerlos de que el "nuevo cine argentino" es algo diferente, y que tiene muchas obras que valen la pena. Mucho interlocutor cabezadura me contesta que no mira cine argentino por principio. Ante tal argumento nada se puede hacer, y aunque piense que están confundidos, no los molesto más con comentarios elogiosos hacia El fondo del mar, Sabés nadar, Sábados, El bonaerense, Familia rodante, Historias mínimas, El perro, La ciénaga o La niña santa.
Haciendo zapping el viernes a la noche comprendí muchas cosas. Encontré una película denominada Policía corrupto, protagonizada por Gerardo Romano (Romero en el film) y Ulises Dumont (Dupont en la ficción). Era todo un arquetipo que explica por qué el viejo cine nacional era horripilante, generando un preconcepto tan negativo que una década con un cine marcado por estándares altos no ha logrado eliminar. Feos y poco realistas escenarios, mucha puteada, cocaína y sobreactuación, música espantosa de Lito Vitale y un guión tan previsible como siniestro (un policía trucho y violento, pero bueno en el fondo, le afana droga a unos tipos poderosos, ellos le matan a la mujer y a la hija, él jura venganza). Malos los diálogos, escenas de acción para hacer llorar a Tarantino, y escenas de sexo desubicadas que provocan más asquito que otra cosa (vale decir que la estética '80 tampoco ayuda).
Mucho se debate sobre si existe un cine argentino, si tiene estéticas o temáticas comunes. Bueno es fácil: el nuevo cine argentino es todo lo contrario de Policía corrupto. En ese sentido, creo que sería obligatorio en todas las escuelas de cine.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Agregaría:
Las manos, Derecho de familia, Crónica de una fuga.