viernes, septiembre 29, 2006
La perversión de la sortija
El chico encargado de la sortija en la calesita tiene que tener un montón de conocimientos importantes: de psicología infantil, marketing, economía... Sí; así como uno lo ve, con esa pinta de dormido, realiza una labor sutil y mortífera. En primer lugar, tiene que ser hábil para engañar a los niños, que suponen que ellos son los que ganan la sortija. En segundo lugar, tiene que saber a quién y cuándo hay que regalársela. Si hay hermanos es fácil: cuando la madre amenaza con bajarlos hay que darle la sortija a uno para que la madre pague la vuelta del otro, y después al revés. Ni bien sube un chico a la calesita, hay que darle la sortija, cuestión de hacerlo sentir que es muy sencillo. Después dejar que la madre pague vueltas y vueltas. Los niños son persistentes y no perderán la ilusión de ser nuevamente favorecidos. De alguna manera oscura, además, debe hacerle sentir a cada niño que él es el favorito. Cosa que el chico prefiera esa calesita sobre todas las demás (aunque la música sea horrible y los caballitos espantosos). En conclusión: gran cantidad de comerciantes deberían aprender el sutil arte de la sortija: algún ardid que incentive a los clientes a seguir consumiendo.
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1 comentario:
El hecho que el juego de la sortija tenga que competir contra la tele, los cyber y las playations/Ninstendos/Xbox se podria considerar una venganza poética... aquellos que sufieron a los calesiteros ahora pueden darle a sus hijos un juego en que no se basa en la estafa del vendedor, sino que pueden hacer cosas mucho más divertidas como matarse a tiros con sus amiguitos.
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