Me gustaron mucho: “Ghost World” y “Manhattan Sideways”

Hay infinidad de canales en el cable que uno ignora en la fiebre del zapping simplemente por prejuicio. Revisando entre esos ignotos canales llamados “Golden”, “Film Zone” y otros que ahora no recuerdo, uno puede encontrar joyas del cine no editadas en DVD y creo que tampoco estrenadas en el cine.
Se trata en primer lugar de “Ghost World”, una película protagonizada por Scarlet Johansson (Perdidos en Tokyo, Match Point), Thora Birch (Belleza Americana) y Steve Buscemi. Las protagonistas, íntimas amigas del “high school” de algún área suburbana de EE.UU,. no saben bien qué hacer de sus vidas. Son dos mujeres inteligentes, atractivas casi sin saberlo, con un ácido sentido del humor y poca afinidad con el status quo.
Thora Birch, en su papel de Enid, decide anotarse en una escuela de arte de verano. Obviamente, tampoco encaja en un lugar repleto de snobs y falsos artistas.
Su amiga , Rebecca (Scarlet Johansson) , es un poco más conformista y consigue un trabajo en una cafetería que asemeja un clásico Starbucks.
Seymour (Steve Buscemi) es un oscuro empleado administrativo que tiene pasión por viejos discos de blues a los que atesora obsesivamente. Su incapacidad para relacionarse con el sexo opuesto lo lleva a publicar un aviso clasificado de solos y solas. El dúo de amigas decide jugarle una broma y lo citan a un café para, obviamente, observarlo y burlarse de su patetismo. Es ahí cuando comienza una fuerte e inesperada amistad entre Seymour y Enid, que lleva en parte al alejamiento entre las íntimas amigas.
Una pelicula profundamente humana, muy bien actuada y que es mucho más que un simple retrato sobre el paso de la adolescencia al mundo adulto. Más que recomendable.
El director es Terry Zwigoff , creador del genial documental sobre el desopilante y creativo dibujante de comics “ Crumb”. Los comics que aparecen en la película realizados por Enid fueron obra de la hija adolescente de Crumb.
También descubrí “Sidewalks of New York”, una película que pareciera dirigida por Woody Allen. Pero no, me entero de que es un tal Edward Burns , a quien algunos críticos tildan de mal imitador del genial neoyorquino. Creo que exageran.
Edward Burns usa, tal vez en exceso, el recurso de hablar a cámara para realizar una especie de documental sobre la vida amorosa de un músico y empleado de hotel, su ex-mujer, un exitoso productor de TV, una camarera, un dentista infiel y su hermosa mujer.

Lo que más disfruté de la película es lo natural de las actuaciones (brillantes Stanley Tucci y Rosario Dawson) y lo queribles que son los personajes. Personas sensibles, conflictuadas, e inseguras; no es difícil identificarse con algunos de los sufrimientos y dudas de los protagonistas. Es, además, una película optimista y con muchos momentos de fino humor.