Es casi automático el ejercicio de asociar la música de Brasil a la fiesta, el carnaval, al insoportable “tudo bem”. Esto es claramente un prejuicio infundado, casi racista.
No es esto así en el caso de las sambas del gran Cartola, para
algunos considerados el más importante sambista del Brasil. Hay algo de tango en las letras de Cartola: abandonos, amores frustrados, vidas golpeadas.
Cartola nació en Río de Janeiro y paso la infancia en el barrio
de Laranjeiras. Las dificultades financieras llevaron a su numerosa familia a mudarse al morro da Mangueira, donde empezaba a despuntar una favela. Es ahí donde conoció a sus compañeros que lo introdujeron al mundo de la samba. Consiguió trabajo como obrero en la construcción, y empezó a usar un sombrero para que el cemento no le cayera sobre su cabeza. Ese sombrero característico hizo que pasaran a llamarlo Cartola , que es el nombre en portugués para el sombrero de copa.
Con sus amigos del morro fundó en 1928 la “Estaçao Primeira da Mangueira”, de color verde-rosa, nombre y colores elegidos por Cartola, que compuso la primera samba, “Chega de Demanda”. Sus sambas se popularizaron en los años 30 con las voces ilustres de
Francisco Alves, Mário Reis, Silvio Caldas y Carmen Miranda. Pero en los comienzos de los años 40, Cartola desapareció de la escena musical. Poco se sabe sobre esa época, tan sólo que discutió con sus compañeros de la Mangueira y que estuvo deprimido por la muerte
de Deolinda, la mujer con quien vivía. Llegó a especularse que Cartola había muerto. Sólo fue reencontrado en el año 1956 por el periodista Sergio Porto, trabajando como lava-autos. Porto intentó promover la vuelta de Cartola, llevándolo a programas de radio e incentivándolo a que componga nuevas sambas. En 1964 Cartola y su mujer Zica abrieron un bar-restaurante-casa de espectáculos, llamado Zicartola, que promovía shows de samba y buena comida, reuniendo en el mismo lugar a los jóvenes bronceados de la zona sur de Río y a los sambistas del morro. El Zicartola cerró sus puertas un tiempo después y Cartola siguió con su trabajo como empleado público y compositor de sambas. En 1974 grabó el primero de sus cuatro discos como solista, y su carrera tomó impulso nuevamente con clásicos instantáneos como “As Rosas Nao Falam” (Las rosas no hablan), “O mundo e um moinho” (El mundo es un molino), “Acontece” (Ocurre), “Cordas de Aço” (Cuerdas de Acero).
La genialidad de Cartola no pasa sólo por lo musical, y como muestra del talento de Cartola transcribimos una samba supuestamente dedicada a su hija, que se había dedicado en ese tiempo a la prostitución. Otra versión dice que se la dedicó a su hija, quien había decidido irse a vivir con un hombre mucho mayor que ella. La samba llamada “O mundo e um moinho” dice así:
Ainda é cedo, amor
(Todavía es temprano, amor)
No es esto así en el caso de las sambas del gran Cartola, para
algunos considerados el más importante sambista del Brasil. Hay algo de tango en las letras de Cartola: abandonos, amores frustrados, vidas golpeadas.
Cartola nació en Río de Janeiro y paso la infancia en el barrio
de Laranjeiras. Las dificultades financieras llevaron a su numerosa familia a mudarse al morro da Mangueira, donde empezaba a despuntar una favela. Es ahí donde conoció a sus compañeros que lo introdujeron al mundo de la samba. Consiguió trabajo como obrero en la construcción, y empezó a usar un sombrero para que el cemento no le cayera sobre su cabeza. Ese sombrero característico hizo que pasaran a llamarlo Cartola , que es el nombre en portugués para el sombrero de copa.
Con sus amigos del morro fundó en 1928 la “Estaçao Primeira da Mangueira”, de color verde-rosa, nombre y colores elegidos por Cartola, que compuso la primera samba, “Chega de Demanda”. Sus sambas se popularizaron en los años 30 con las voces ilustres de
Francisco Alves, Mário Reis, Silvio Caldas y Carmen Miranda. Pero en los comienzos de los años 40, Cartola desapareció de la escena musical. Poco se sabe sobre esa época, tan sólo que discutió con sus compañeros de la Mangueira y que estuvo deprimido por la muerte
de Deolinda, la mujer con quien vivía. Llegó a especularse que Cartola había muerto. Sólo fue reencontrado en el año 1956 por el periodista Sergio Porto, trabajando como lava-autos. Porto intentó promover la vuelta de Cartola, llevándolo a programas de radio e incentivándolo a que componga nuevas sambas. En 1964 Cartola y su mujer Zica abrieron un bar-restaurante-casa de espectáculos, llamado Zicartola, que promovía shows de samba y buena comida, reuniendo en el mismo lugar a los jóvenes bronceados de la zona sur de Río y a los sambistas del morro. El Zicartola cerró sus puertas un tiempo después y Cartola siguió con su trabajo como empleado público y compositor de sambas. En 1974 grabó el primero de sus cuatro discos como solista, y su carrera tomó impulso nuevamente con clásicos instantáneos como “As Rosas Nao Falam” (Las rosas no hablan), “O mundo e um moinho” (El mundo es un molino), “Acontece” (Ocurre), “Cordas de Aço” (Cuerdas de Acero).
La genialidad de Cartola no pasa sólo por lo musical, y como muestra del talento de Cartola transcribimos una samba supuestamente dedicada a su hija, que se había dedicado en ese tiempo a la prostitución. Otra versión dice que se la dedicó a su hija, quien había decidido irse a vivir con un hombre mucho mayor que ella. La samba llamada “O mundo e um moinho” dice así:
Ainda é cedo, amor
(Todavía es temprano, amor)
mal começaste a conhecer a vida
(apenas comenzaste a conocer la vida)
(apenas comenzaste a conocer la vida)
já anuncias a hora de partida
(y ya anuncias la hora de partida)
(y ya anuncias la hora de partida)
sem saber mesmo o rumo que irás tomar
(sin saber siquiera qué rumbo vas a tomar)
Preste atenção, querida
(Presta atención querida)
(sin saber siquiera qué rumbo vas a tomar)
Preste atenção, querida
(Presta atención querida)
embora eu saiba que estás resolvida
(a pesar de que sé que ya estás decidida)
em cada esquina cai um pouco a tua vida
(en cada esquina se cae un poco tu vida)
e em pouco tempo não serás mais o que és
(y en poco tiempo ya no serás más la misma)
preste atenção, o mundo é um moinho
(Presta atención, el mundo es un molino)
vai triturar teus sonhos tão mesquinhos
(va a triturar tus sueños tan mezquinos)
(a pesar de que sé que ya estás decidida)
em cada esquina cai um pouco a tua vida
(en cada esquina se cae un poco tu vida)
e em pouco tempo não serás mais o que és
(y en poco tiempo ya no serás más la misma)
preste atenção, o mundo é um moinho
(Presta atención, el mundo es un molino)
vai triturar teus sonhos tão mesquinhos
(va a triturar tus sueños tan mezquinos)
vai reduzir as ilusões a pó...
(va a reducir tus ilusiones a polvo)
(va a reducir tus ilusiones a polvo)
Ouça-me bem, amor
(Oime bien, mi amor)
Preste atenção, querida
(Presta atención, querida)
(Oime bien, mi amor)
Preste atenção, querida
(Presta atención, querida)
de cada amor tu heredarás só o cinismo
(de cada amor tú heredarás sólo el cinismo)
(de cada amor tú heredarás sólo el cinismo)
quando notares estás à beira do abismo
(cuando notes que estás a la orilla del abismo)
abismo que cavaste com teus pés
(abismo que cavaste con tus pies)
(cuando notes que estás a la orilla del abismo)
abismo que cavaste com teus pés
(abismo que cavaste con tus pies)
2 comentarios:
muy buena la nota homenaje,yo lo unico que consegui de cartola, fue "documento inedito", buenisimo el tema, "que sejas bem feliz". alejandro
Aguante Cartola! El más grande, prestar atenciòn a "Corre e olhe o ceu" e "Alvorada" maravillosos. No es Laranjeiras el barrio donde se crio sino Catete.
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