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miércoles, agosto 23, 2006

Novedades Tusquets de septiembre

LEONARDO SCIASCIA: Los apuñaladores. El 1 de octubre de 1862, trece personas son apuñaladas a la misma hora y en puntos equidistantes de la ciudad de Palermo. La investigación del crimen múltiple la llevará a cabo el abogado Guido Giacosa, un piamontés recién llegado a Sicilia que, tras ser nombrado fiscal general en el Tribunal de Apelación de Palermo, se propone descubrir al verdadero instigador de los hechos. Sin embargo, el máximo responsable elude una y otra vez la acción de la justicia. Sciascia parte de un episodio histórico para construir un amargo retrato del poder, y de los laberintos de corrupción que lo envuelven, y configura un tortuoso relato sobre la derrota de la justicia y la vulnerabilidad de la sociedad ante un estado degradado

HORACIO CASTELLANOS MOYA: Insensatez. Sin pensarlo dos veces, y sin prever hasta qué punto esa decisión cambiará su vida, el protagonista de Insensatez acepta un comprometido encargo de su amigo Erick: revisar la versión final de un informe que consigna el genocidio padecido por los pueblos indígenas de un país centroamericano. Así, instalado en una exigua habitación del arzobispado de la ciudad, el protagonista se enfrenta a más de mil cuartillas que reproducen denuncias de supervivientes y testigos. Atisba entonces un horror que lo fascina y abruma, pues en los textos que va leyendo encuentra metáforas, giros y dislocaciones de lenguaje que vívidamente recrean masacres y actos de crueldad que, de otro modo, serían inexpresables. Al margen de esa ingente tarea, sin embargo, transcurre la realidad cotidiana del protagonista, una realidad a veces frívola y promiscua que contrasta con la sensación de acoso y peligro que lo invade y con su obsesión por una violencia que podría convertirse en su infierno.

TIBOR FISHER: Viaje al fondo de la habitación. Oceane es una joven diseñadora gráfica que vive cómodamente en el sur de Londres tras hacerse rica de manera inesperada, con la creación de un juego de computadora. Lo tiene todo: desde una casa equipada con el último grito en tecnología hasta una imaginación desbordante. Aunque le encantaba viajar, ahora no le entusiasma salir de casa. En realidad, ha decidido no pisar más la calle y se pasa el día en pijama, disfrutando de su particular paraíso doméstico e, incluso, viajando sin moverse de su piso. En el pasado, Oceane trabajó unos meses como actriz porno en un conocido club nocturno de Barcelona, el Babylon, un microcosmos donde convivió con personajes pintorescos y hasta tuvo un novio, Walter. Ahora Oceane empieza a recibir cartas misteriosas de Walter, supuestamente muerto, que le prometen revelarle la verdad sobre los extraños acontecimientos que sucedieron en Babylon.

WOODY ALLEN: Adulterios. Mediante vivos diálogos llenos de ingenio, Adulterios narra tres historias sobre el amor y el desamor, el matrimonio y la infidelidad. Y, como ocurre en todas las obras de Woody Allen, las situaciones disparatadas y divertidas esconden una honda reflexión en torno a la comedia humana. Tituladas a partir de tres zonas de Nueva York: Riverside Drive, Old Saybrook y Central Park West, están protagonizadas por neoyorquinos arquetípicos que, con su mezcla de ingenuidad y prepotencia, creyendo que lo tienen todo controlado, y que sus actos están regidos por la razón, se ven, sin embargo, compelidos a ocultar dichos actos y, contradictoriamente, a confesarlos en los momentos más inoportunos.
En Riverside Drive, el diálogo entre un conocido escritor y un psicópata saca a relucir lo peor del conocido escritor, aventuras extramaritales incluidas, y también lo peor del psicópata; en Old Saybrook, tres parejas, reunidas en torno a una barbacoa, empiezan a contar sus secretos hasta ese momento bien guardados; por último, en Central Park West, una prestigiosa psiquiatra se entera de que su marido va a dejarla por otra mujer y llama a su mejor amiga para contárselo: el drama (o la comedia) está servido.

JORGE WAGENSBERG: A más cómo menos porqué. 747 reflexiones con la intención de comprender lo fundamental, lo natural y lo cultural . Quizá no haya forma más elegante y eficaz de comprimir una reflexión que un aforismo inspirado, capaz de reducir el pensamiento a su forma más compacta y por tanto universal. Como dice Wagensberg en el prólogo a este libro, «una idea buena que no cabe en veinte palabras, no es una idea tan buena». En la estela de Si la naturaleza es la respuesta, ¿cuál era la pregunta? (2003), que despertó el entusiasmo de crítica y lectores, esta nueva colección de aforismos viene a ser una continuación natural en la que Wagensberg vuelve a asombrar por su habilidad para aunar la profundidad de las cuestiones con el efecto sorpresa de una formulación siempre ingeniosa. Además, las ideas y los aforismos se seducen unos a otros, formando pequeños encadenamientos que operan como una original aproximación a las grandes cuestiones fundamentales –la verdad, la duda, lo bello y lo inteligible–, naturales –la selección y la evolución– y culturales –construcciones y fronteras de lo humano, los museos y el arte–. En esta ocasión, además, el autor incorpora textos que complementan y enriquecen las series de aforismos.

LUIS SEPÚLVEDA: Desencuentros. El talento narrativo del escritor chileno Luis Sepúlveda, autor de la célebre novela Un viejo que leía novelas de amor, se despliega con maestría en los veintisiete relatos que componen este volumen. Sus protagonistas, víctimas de un desencuentro, de un desliz o un malentendido, se hallan, quizá sin saberlo, en encrucijadas que marcarán para siempre sus vidas. Unas veces, sus desventuras hacen sonreír; otras veces, cuando se convierten en un cruel espejo de la realidad, hacen pensar. Y entretanto, a lo largo de las páginas, Sepúlveda introduce al lector en misteriosas intrigas o extrañas conspiraciones, lo conduce a desiertos remotos o calles populosas, a cafés portuarios o cuartos oscuros, a pequeños talleres o librerías de viejo, lugares poblados de seres estrafalarios, desmesurados o insignificantes, pero todos ellos situados al borde del precipicio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que leer la Biblia y dejarse de "novedades".
El Ruso

Anónimo dijo...

mo tenés nada mejor que hacer que quejarte? andá a comer algo y dejá de molestar.

Anónimo dijo...

Es de putos ser anonimo.
El Ruso