Música y libros     Editora     Eventos     objetos

martes, noviembre 29, 2005

El snobismo y la música

Ayer Niebla Púrpura contó con dos presencias de lujo: Anja Baron, documentalista alemana que dirigiera "The last of the first" y Diego Fischerman, reconocido crítico musical que vino a Mar del Plata a presentar un documental sobre Miles Davis. Ambas presencias estan ligadas al Segundo Festival de Cine Independiente de Mar del Plata (que es un éxito a pesar del boicot del nefasto AI, dueño del mediocre pasquín marplatense)
Anja Baron habló de su premiado film, de la estupenda y cálida respuesta del público marplatense y de los contactos entre el cine y la música, sus dos pasiones fundamentales. Se consideró una amante del jazz y de la música brasileña, y Velasco la animó a realizar algún documental sobre el tango.
Fischerman abordó -con una verborragia que superó a la del propio Velasco- múltiples temas. Entre ellos habló sobre la música del año ´68 y realizó una extraña reflexión sobre el tema "Revolution" y sus vínculos con "Axis bold as love" de Hendrix y "Bitches Brew" de Miles Davis, disco sobre el cual versa el documental que vino a presentar al Festival.
Realizó luego un interesante análisis sobre el panorama del jazz en la Argentina. Comentó que luego de que la crisis del 2001 golpeara a la industria discográfica, uno de los segmentos que mostró mayor capacidad de supervivencia fue el del jazz, ya que quienes lo escuchan son un grupo cuyo poder adquisitivo no se vio disminuido. Fisherman comenta que dentro del público que escucha jazz hay verdaderos apasionados, y también muchos snobs. Estos últimos son necesarios para formar un núcleo de interés suficiente, pero también porque " sin el snobismo uno comería todos los días milanesas con papas fritas". Si alguien no te dijera que tal plato es delicioso o sofisticado y te indujera a probarlos, siempre comeríamos lo mismo.
Acerca del jazz en la Argentina, Fischerman comentó que ya existe un idioma propio y muy buenos compositores, nombrando a Mariano Otero, Paula Shocrón y Ernesto Jodos. También sostuvo que luego de demostrar que tenían técnica como sus pares del norte y capacidad de tocar "So what" en una jam session, ahora se habían volcado a realizar su propia música para crear algo que suena a "jazz argentino".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que comparación más ridícula. Yo ojalá pudiera comer todos los días milanesas con papas fritas.
Pero engordan

Anónimo dijo...

Yo lo de las milanesas no lo entendí.
Ahora, interesante que este señor haya observado que los productos relacionados con el jazz hayan resistido porque al jazz lo escuchan señores y señoras menos sensibles a los vaivenes del ciclo económico.
Yo siempre le decia a mi amigo titular de este blog, que el futuro es vender bailanta. Que el gran mercado esta ahí. Por cada botella de Fernet, se venden 10 de Fernando e imitadores.
Los nichos son dificiles. Yo prefiero la producción en masa con costos fijos bajos.
Pero veo que el negocio de los "high worth individuals" funciona. En la última revista de Bloomberg, hay una nota a un estratega jefe de acciones del Citibank. Se llama Ajay Kapur (estan de moda los nombres indios en las finanzas y la informatica. Atentos los de la colectividad del Puerto). El "estratega" cree que las grandes subidas del petroleo no van a perjudicar a la inversión en acciones (que van bien si la economía tiene buenas perspectivas de crecer en el futuro). La causa de esta resistencia es que la economía americana, según el Indio, esta impulsada por los ricos. Y se despacha con un dato que quisiera comprobar (hasta donde lo permiten los espejismos de la estadistica) si es verdad: el 10% de los hogares mas ricos de los Estados Unidos representan aproximadamente la mitad del ingreso y el consumo total del pais! 10% gana y consume la mitad de la torta!. Y eso, en USA, que si bien tiene una disparidad del ingreso alta entre los desarrollados, aun no es el desastre de nuestras latitudes. En Miami, no te conseguis dos peruanas por 600 pesos. volviendo al petroleo y los ricos: los ricos solo gastan en energia el 8% del ingreso. Ergo el subidon del petroleo no les va a afectar sus niveles de consumo. Y encima son el 50% del consumo. Wall Street deberia aguantar. Como los discos de jazz.
A esta idea, el primo de Santa Teresa de Calcuta le llama "plutonomy", que supongo que sera la contracción de plutos + economy: la economía de los ricos.
Asi que creo que la política correcta es vender whisky de 18 años y/o criadores. La gama del medio no. Es triste, pero la clase media parece no tener(mos) un gran futuro.

Pd:

Anónimo dijo...

Diego Fisherman ha intentado un “elogio al esnobismo”. Una tarde cualquiera podemos intentar un procedimiento similar y reivindicar otros vicios parecidos. Propongo como lista tentativa un elogio a la pedantería, otro a la ociosidad, uno a la pretendida cultura, y llegar finalmente al tan necesario “elogio a la ignorancia”. (Al cabo que todas estas costumbres también nos alejan de las papas fritas y las milanesas). Las sapiencias musicales de Fisherman abarcan, según pudo saberse en el programa “Niebla Púrpura”, el rock y el jazz. Recuerdo haberlo escuchado hablar con igual destreza, en una audición de música culta, de las sonatas para piano de Mozart y de algún cuarteto (“de los tardíos”) de Beethoven. También haber leído un artículo sobre el inefable Gesualdo en una revista de divulgación cultural.
De todos modos yo creo que solo es perito en “exquisitismo”, forma superior del snobismo. El “exquisitismo” no acepta ninguna trasgresión al canon de la tilingueria. Hay algunos esnobs que todavía pueden enfrentarse a la vida (culinaria, ética, estética, etc.) y permitirse una emoción genuina. El exquisito, sin embargo, no acepta jamás algo tan vulgar como la emoción, el buen sentido, la educación, en fin, “la mayoria de edad intelectual”, y solo sigue los férreos dictados de la “razón medio pelo”.
Es coherente en ese sentido, que manifieste preferencia por el pianista Ernesto Jodos, quien en muestra suprema de exquisitismo, al ser indagado por sus preferencias musicales, contesto “la narrativa de Saer”.

Manucho

Anónimo dijo...

No habia leído el comentario anterior (el que esta arriba del mío). Es muy bueno. Hizo que me avergonzara y me sintiera como un Diego Fisherman o un Ernesto Jodos, tratando de parecer agudo y profundo.
¡Que tarado!
Perdón por el exceso de exquisitismo.

Manucho