Sabido es que Joaquín Sabina cuenta con más admiradores en la Argentina que en la propia España, y que este apasionamiento con el autor no es inmerecido: escribe canciones geniales y las canta con arruinado virtuosismo. Pero en Mar del Plata, la pasión por Sabina ha sobrepasado todo límite. Es imposible ir a comer a un restaurante o a tomar algo en un bar sin escuchar “17 Días y 500 Noches” una y otra vez, muchas veces hasta el hartazgo. Por si no bastaran los CD´s, es necesario saber que Mar del Plata cuenta con el mayor número de imitadores de Sabina per cápita en el país. El imitador comienza su show de covers y uno desea el regreso al repetido disco. En la mayoría de los casos, el único punto de contacto entre Sabina y sus clones es (o era) la afición por el alcohol y la noche. Uno de sus imitadores tuvo la bendición de Sabina y pudieron cantar juntos, y desde entonces cree encarnar su espíritu, y es así como nadie podrá disuadirlo de que en Mar del Plata ya hemos escuchado suficiente del gran trovador en sus versiones locales.
Este virus que no muere ni nos mata,
esta amnesia en el cielo del paladar,
la limusina del polvo por Manhattan,
el invierno en Mar del Plata,
los versos del Capitán.
“Cerrado por derribo”, de Joaquín Sabina
PD: Todos los discos y libros sobre Sabina se encuentran disponibles en SIBELIUS.
Este virus que no muere ni nos mata,
esta amnesia en el cielo del paladar,
la limusina del polvo por Manhattan,
el invierno en Mar del Plata,
los versos del Capitán.
“Cerrado por derribo”, de Joaquín Sabina
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1 comentario:
Qué placer disfrutar de la excelente poesía aditamentada con la experiencia de vida del viajero infatigable, el vate indómito por la hermosa Mar del Plata, joya del turismo en Argentina.
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