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viernes, julio 21, 2006

Yo quiero tener un millón de amigos

Otro invento argentino. Como la birome, el dulce de leche, las huellas dactilares y el colectivo, ahora el último grito de la creatividad argenta es el “día del amigo”. La gente se acuerda de salir y juntarse a honrar la preciada amistad copando restaurantes, bares y cafés. Hay menús especiales, triple turno en los restaurantes y manadas de amigos enviando mensajitos a trocha y mocha. Se saturan las líneas porque los argentinos realmente valoramos la amistad, no como los europeos que son fríos y tienen pocos hijos y ni en pedo te invitan a comer a la casa. Y ni hablar de los yanquis que se saludan con un apretón de manos o un simple "hi".
Bueno, finalmente yo fui cómplice de esta celebración y decidí ir con un amigo (el único que quiso salir a la fría noche marplatense) a una ex- franquicia de un famoso bar cubano donde las paredes están escritas y aparecen fotos de famosos comprometidos con la Revolución tomando un daiquiri. De vez en cuando, toca algún músico de la nueva trova cubano – argentina. Un detalle de color es que la casa original de este bar le retiró la franquicia a este marplatense por no pagar el canon correspondiente. Entre camaradas también se traicionan. El Che y Mirtha Legrand no alcanzaron como moneda de cambio para pagar la sucursal del barcito.
Cuando encarábamos para entrar y sentarnos en la barra, nos para un clásico “portero” y nos pregunta si íbamos a comer. No viejo, ya morfamos, queremos tomar un mojito. Miramos para adentro y la barra está vacía. “El horario de barra es hasta las 9, a partir de esa hora el lugar es sólo para comer”.La exclusión en este caso no era discriminatoria por la vestimenta, aspecto o nivel de borrachera. El increíble dueño de este lugar (que es básicamente un bar adonde sirven comida) sólo quiere a los que vienen a morfar. Si querés tomar algo, venite antes de las 9 o después de la 1 de la mañana. Lo que nuevamente confirma que la imbecilidad no tiene fronteras, pero en ciertas zonas se manifiesta de maneras increíbles.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

sí, la imbecilidad de las salutaciones por "el día del amigo", fue tremenda.
coincido con todo lo que decís.
pero agregaría una cosa: el nombre y la dirección de ese bar/resto, de modo que uno tenga bien en claro, con precisión, que ahí no hay que ir.
saludos

Anónimo dijo...

Yo planteo lo siguiente: de la misma manera que algunas personas celebran el 11 de octubre, habria que instaurar el 19 de julio como el dia del Enemigo, en el cual cada uno se queda en su casa, y le manda mails anónimos y resentidos a sus conocidos...
pero mejor no, hacer otra fecha comercial solo para vender productos de detección de llamadas y filtroa de mails? no, si de todas maneras, dia del enemigo es todos los dias.

Anónimo dijo...

A mí también me cagaron los gastronómicos envalentonados en el Día del Amigo. Fuimos a comer a una pizzería de cuarta. Hicimos una reserva para cuatro el día lunes, y nos asignaron una mesita en la que cabían cuatro muñequitos de Play Mobil. Había una metre (en una pizería, repito) que nos empezó a mirar con cara de odio cuando dieron las once, hora del "segundo turno". La camarera, con bronca por no poder apretujarse para compartir el día con sus propias amigas, nos maltrataba a más no poder. Yo decía: quedémonos, sólo para joder, no nos pueden echar! Pero mis amigas claudicaron y nos retiramos cobardemente. Fuimos entonces en busca de un bar. Sólo para comprobar que hasta el último bar de cuarta de la triste calle Hipólito Yrigoyen requería "reserva" para tomar una Quilmes con maníes. Resignados terminamos en un triste barcito, pero donde al menos no se daban ínfulas de nada. El dueño, tranquilo, se chupaba una cerveza con un amigo. Era el único capitalista gastronómico que no había elaborado un menú del día del amigo a $30 aunque te sirvieran una mierda, que no había puesto un portero, o te cobraba una consumisión obligatoria. Aunque el bar era feo, le agradecimos su buena onda.
Dafeba tiene razón con que todos los días es el día del enemigo: se nota cuando la empleadas de boutiques limpian la vereda, tirándote un balde pletórico de lavandina en los pantalones nuevos, por como la gente intenta atropellarte en las bocacalles y como los albañiles juegan al quemado con los cascotes de las obras.

Anónimo dijo...

Dafeba,

Por que no propones el dia del boludo asi te regalan cosas?
El Ruso

Anónimo dijo...

ruso, no agredas.

Anónimo dijo...

Anónimo,

Es verdad..me estoy planteando comer mejor y no agredir a quien no lo busca. En el caso de Dafeba además no se muy bien quién es. En todo caso, veo que no me sigue la corriente, que no perseguía otro objeto que molestar un poco, así que si Dafeba lo prefiere de esta forma, no lo increparé más.
El Ruso