El otro día nuestro comentarista estrella, el Ruso, nos deleitaba con una anécdota en la Feria del Libro de Madrid, en la que compró unos libritos de editoriales independientes aconsejado por un melenudo desencantado.
El Señor Ruso, tan pragmático en todos los órdenes de la vida, parece encontrar útiles solamente los libros de economía o historia. Los primeros porque le sirven para capacitarse en su profesión, y los segundos porque le posibilitan sacar conclusiones sobre el devenir de su país de origen. En un libro de historia de la India o de Japón, él encuentra siempre lecciones útiles, que mágicamente encajan con sus ideas previas. Sus tesis pueden resumirse así:
1- A la Argentina la cagó el peronismo.
2- Este país está perdido.
Dentro de este orden de razonamientos, poca cabida tiene la literatura. Y menos aún la literatura que tienda a hacernos ver lo complicado o deprimente que es el mundo. En el claro universo en el que funciona el Ruso, cuyo único trauma reside en ser argentino, poco espacio tienen las dudas. Es por esto que se la pasa criticando al "Estilo Sibelius" que entiende se vincula con la exaltación de todo lo triste o lo snob.
A nosotros también nos gustaría ocupar ese cosmos límpido y simple. Colocando cualquier discusión (si las prostitutas en México son feas o la carne dura en Chile) dentro de un contexto del PBI , el buen clima de negocios o las normativas de los países serios. Pero tal vez por estar infectados con el virus argentino, nosotros preferimos regocijarnos por lo malo, alegrarnos ante lo ambiguo y festejar lo ininteligible. Como la novelita de Aira sobre un duendecito que lo puso de tan mal humor. Ahora tiene una razón más para putear: le informo que el ignoto escritor de Pringles al que usted se refiere, es tomado por estos pagos como uno de los principales referentes de la literatura argentina contemporánea. ¿Por qué? Porque es confuso, nadie sabe si sus novelas son una genialidad o un robo, si escribe por compulsión, para llenarse de plata o para burlarse de los análisis académicos de sus obras. Al respecto, le recomiendo que mire el debate que sobre este autor se armó en Monolingua, o el artículo de César Peirone sobre Aira y la otredad lectora.
Entre tanto, nosotros por aquí seguiremos recomendando material ilegible o tristísimo (porque de eso vivimos) siempre con un lenguaje muy adjetivado y un poco tilingo, como me recomendó mi maestra de tercer grado, cuyo nombre no recuerdo, pero sí sus enormes y torcidos dientes.
El Señor Ruso, tan pragmático en todos los órdenes de la vida, parece encontrar útiles solamente los libros de economía o historia. Los primeros porque le sirven para capacitarse en su profesión, y los segundos porque le posibilitan sacar conclusiones sobre el devenir de su país de origen. En un libro de historia de la India o de Japón, él encuentra siempre lecciones útiles, que mágicamente encajan con sus ideas previas. Sus tesis pueden resumirse así:
1- A la Argentina la cagó el peronismo.
2- Este país está perdido.
Dentro de este orden de razonamientos, poca cabida tiene la literatura. Y menos aún la literatura que tienda a hacernos ver lo complicado o deprimente que es el mundo. En el claro universo en el que funciona el Ruso, cuyo único trauma reside en ser argentino, poco espacio tienen las dudas. Es por esto que se la pasa criticando al "Estilo Sibelius" que entiende se vincula con la exaltación de todo lo triste o lo snob.
A nosotros también nos gustaría ocupar ese cosmos límpido y simple. Colocando cualquier discusión (si las prostitutas en México son feas o la carne dura en Chile) dentro de un contexto del PBI , el buen clima de negocios o las normativas de los países serios. Pero tal vez por estar infectados con el virus argentino, nosotros preferimos regocijarnos por lo malo, alegrarnos ante lo ambiguo y festejar lo ininteligible. Como la novelita de Aira sobre un duendecito que lo puso de tan mal humor. Ahora tiene una razón más para putear: le informo que el ignoto escritor de Pringles al que usted se refiere, es tomado por estos pagos como uno de los principales referentes de la literatura argentina contemporánea. ¿Por qué? Porque es confuso, nadie sabe si sus novelas son una genialidad o un robo, si escribe por compulsión, para llenarse de plata o para burlarse de los análisis académicos de sus obras. Al respecto, le recomiendo que mire el debate que sobre este autor se armó en Monolingua, o el artículo de César Peirone sobre Aira y la otredad lectora.
Entre tanto, nosotros por aquí seguiremos recomendando material ilegible o tristísimo (porque de eso vivimos) siempre con un lenguaje muy adjetivado y un poco tilingo, como me recomendó mi maestra de tercer grado, cuyo nombre no recuerdo, pero sí sus enormes y torcidos dientes.
9 comentarios:
Para el Ruso: "Aira es la gran mentira del Puán post dictadura", frase de diego. Karla.
Karla es como la farándula que se refiere a Marcelo y a Adrián. Se trata de Tinelli y Suar, pero no necesitan aclararlo para la gilada. Y acá la gilada no entiende quién es Diego. Imagino que Maradona, que opina sobre todos los aspectos de este país brillantenmente, todavía no se metió con los cánones de Filosofía y Letras.
http://dudodetodo.blogspot.com/2006/06/franja-blanca.html. tengo que explicarles todo chicos, pongansen las pilas. karla
Mi perplejidad
Si que estoy perplejo con el blog anterior. En el se tratan someramente mis problemas mas profundos (el ser “argentino”, que explicaré más abajo), mis hábitos literarios, mi visión del mundo, mi desprecio por la literatura (lo que no es asi, pero que por evidente no trataré mas abajo), se me brinda información de Aira y se me advierte, como respuesta a mi blog anterior, que el estilo adjetivado y “maestril”, escrito desde la profundidad del ombligo y con la redacción que seguramente recibía Jacinta Pichimahuida de sus alumnos, seguirá existiendo.
Si queríamos un blog confuso, el de mi perplejidad es buena muestra. Supongo que es la reacción a mi critica sobre los “libros deliciosos” y los “relatos embriagadores”, pero mezcla tantas cosas que no se entiende. Ahora, intentaré, mas por preservar el buen nombre de Sibelius que el mio, agregar claridad al desconcertante blog.
A) Mi tesis no es la que dice Sibelius, sino que es la siguiente:
1. A la Argentina no la cagó el peronismo. A la Argentina la caga el Peronismo. Incluso podríamos decir: A la Argentina la está cagando el peronismo. Haciendo gala del que podemos llamar “inmovilismo dubitante-idiotizante”, muy propio de Sibelius y del perfecto idiota argentino en general (no actuo/opino ya que es muy complejo/difícil), digo que la historia es muy difícil y la desconozco, por lo tanto dejo al margen al peronismo de Peron. Lo que si me queda claro es que el peronismo que ME TOCÓ (Menem-Duhalde-Kirchner) está cagando al pais.
2. El país esta perdido, MIENTRAS insista con los métodos vetustos del Peronismo/Corporativismo/Aislacionismo/Fascismo light.
Atento a esto, tengo un razonamiento en un correo de Sibelius que dice lo siguiente. “Sobre Kirchner no opino porque aun no lo entiendo” (fijense en la elegancia del “aun”). Si sacamos el verbo opinar, y agregamos la realidad, obtenemos: “A Kirchner no lo entiendo, pero lo voto”. El “pero” lo tuve que agregar yo para que la frase tenga sentido. Tiene sentido obviamente, en labios de una persona algo atolondrada. Y encima, yo me dedico a responder blogs de esta pagina. Se desprende con facilidad que yo también soy un boludo.
Sobre mi problema de ser argentino. En un correo privado a Sibelius, parcialmente develado en su último blog, les expliqué porque había dicho que mi único problema es Argentina. Era privado, porque como puse en mi mail, “no se trata de hacer psicoanálisis (público) por internet”. Sibelius no sólo no comprendió (lo que era esperable) el sentido del correo, sino que prefirió no respetar lo privado del tema. Asi que lo explico: mi problema no es ser argentino, lo que no tendría sentido. Mi problema es, tal cual se lo puse a Sibelius, es no estar en Argentina. Mi problema es que mientras el pais siga insistiendo con las fórmulas del pasado, no me atrae. No me espanta la pobreza...al fin y al cabo, como dice Sibelius puedo tener un buen sueldo allí, sino que no se haga nada por entrar al único camino que asegura el crecimiento: el capitalismo de economía abierta con instituciones sólidas. Ese es mi dolor...el dolor del exilio.
Sobre Aira. Ayer busqué y encontré el libro que decía y lo abrí por primera vez. Se llama el “Pequeño Monje Budista” (nada del duende que yo decía). Aparece como asesor editorial Washington Cucurto. Lei la mitad ayer por la noche....y me pareció una cagada. La otra mitad la iba a leer esta mañana (el libro solo tiene 100 paginas), pero preferí hacer algo mejor. La verdad que la historia de un monje enano coreano que conoce a un francés que se llama Napoleón Chirac me pareció una especie de capítulo del program todo por dos pesos (que me encantaba) que perdía toda la gracia por estar escrito. No me intereso, no me hizo reir, ni pensar. Cucurto-Aira-Sibelius-Kirchner los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Vd tiene razon Ruso, el problema ademas de K, es esta cultura de Airas, Curcurtos, Llaches, etc. karla.
Karla,
El problema es una cultura basada en la boludez. El otro dia un amigo me preguntó: por que los argentinos son todos artistas o psicologos?. Y era la segunda vez que me lo preguntaban...despues cai en cuenta de la cantidad de amigos y conocidos que tengo que "viven" del cuento en sus multiples versiones: publicistas, literatos, payasos, malabaristas, actores, ilustradores, editores, politicos, psicologos, directores de cine, alumnos de teatro, psicoanalizados, coreografos, poetas, profesores de letras, bailarines, feriantes, artesanos, comentaristas, criticos, filosofos, periodistas, etc...
Y el microcosmos de la comunidad argentina en España es incluso mas marcadamente así. Nadie tiene un peso, nadie tiene el talento de Borges, Sartre o Freud...pero ahí están, buscando becas o subsidios, escribiendo boludeces o contando monedas para pagarse un cafe en un sitio "bohemio". No se....toda esta jungla, la "cultura", toca los huevos. Es el curro de la clase media para no laburar. Los de abajo se han hecho piqueteros, los de arriba vendieron las empresas, los del medio son de la "cultura". Por cada argentino, debería haber un pico y una pala.
El Ruso.
PD: no critico a quienes realmente hacen cosas, aunque no me gusten como en el caso de Aira. No es Jupiter el que molesta, sino todas las lunas que tiene al lado al pedo. Alguien sabe cuantas son?
con permiso.
no capto bien la internita vigente en este post, pero me permito coincidir en tres puntos:
a) a la Argentina la cagó (en pasado, porque sus consecuencias son irrecuperables) el peronismo
b) la Argentina está perdida definitivamente
c) literariamente, Aira no vale nada (para mi, digo, y si para otro vale mucho, es aceptable su opinión).
Saludos
Y desde donde opina usted Ruso, nunca lo vi hacer edificios. Cómo aporta a la Argentina productiva?
Comparto su repulsión por todos los intelectuales que lo único que quieren hacer es sacarle plata al estado bajo la forma de beces y subvenciones, y encima quieren que la gente los salude con reverencias porque ellos trabajan`por la CULTURA (así, con mayúsculas). Toda esa gente quedó en evidencia cuando se produjo el debate Di Tella vs. tilinguería intelectual. Di Tella diciendo que en las condiciones en que se encontraba la nación el presupuesto de la Secretaría de Cultura no podía ser un ítem prioritario, ya que sólo servía para subvencionar algunos artistas y llenar las aspiraciones de la clase media de Capital. Le contestaron toda clase de paparruchadas como que la cultura es prioritario, salvo que quieran hacer permanecer un pueblo en la ignorancia. No se estaba hablando del presupuesto de educación o investigación (que este gobierno incremente año a año), sino del Centro Cultural Recoleta.
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