Por fin pude ver Historias de familia. Me la perdí cuando la estrenaron en el cine, y también en un ciclo de cine-arte. Ahora se consigue en DVD. La película, con dirección y guión de Noah Baumbach, cuenta la historia de una pareja de escritores norteamericanos que se divorcian. El film está ambientado a mediados de los '80 y muestra cómo una pareja que pretende ser moderna, madura e intelectual, termina siendo patológica, manipuladora y psicópata. Ahora bien, si la película hubiera sido abordada directamente desde el punto de vista del drama, sería algo tan triste como cotidiano. Quiero decir: no necesito ir al cine para ver cómo parejas de separados compuestas por gente más o menos agradable y normal, no pueden evitar usar a sus hijos como botín en su disputa de divorcio. Esto es, pretender ser equitativos y razonables, para luego ser mezquinos y perversos. Desear tratar el tema con madurez, siendo francos con sus hijos, para luego solapada o abiertamente hablarles mal de su padre o de su madre intentando que sus hijos tomen partido por ellos. Pero lo original de la película reside en el toque de humor que Baumbach introduce. Naturalmente, se trata de una risa nerviosa antes que de una carcajada. Se vincula con satirizar una situación tortuosa que él ha admitido que fue la propia. Esto es, el divorcio de sus padres transcurrió cuando Baumbach era adolescente en aquel Brooklyn que aparece en la película.
Desde el comienzo, el hijo adolescente se solidariza más con su padre. Evidentemente, lo idolatra e intenta parecerse lo más posible a él, siguiendo sus consejos mucho más allá de lo razonable. Su madre parece la culpable de la separación: ella lo desprecia por no tener el mismo éxito de antaño, lo ha eclipsado comenzando a escribir, y también le ha sido permanentemente infiel. La película, traducida aquí como Historias de familia -generando una confusión con la argentina Asuntos de familia estrenada en fecha similar- se llama en realidad El calamar y la ballena -tal vez para evitar la confusión con la horrible película argentina La puta y la ballena Este título curioso apunta al nudo problemático de una historia donde todo parece claro. Esa pareja tan intelectual se ha separado. El hijo mayor ha tomado partido por su padre y el menor por su madre. Comienzan a surgir algunos comportamientos extraños en los chicos. Al mayor le piden en la escuela que vaya al psicólogo. Su padre le dice que concurra, pero que no se fíe mucho de un profesional que ni siquiera está doctorado en su especialidad. El chico comienza a contarle al psicólogo sus vivencias de pequeño en el Museo de Ciencias, en el que se representaba la escena de una ballena comiendo un calamar. Y ese recuerdo, al parecer insignificante, es el que complejiza la historia y la dota de mayor emotividad.
Desde el comienzo, el hijo adolescente se solidariza más con su padre. Evidentemente, lo idolatra e intenta parecerse lo más posible a él, siguiendo sus consejos mucho más allá de lo razonable. Su madre parece la culpable de la separación: ella lo desprecia por no tener el mismo éxito de antaño, lo ha eclipsado comenzando a escribir, y también le ha sido permanentemente infiel. La película, traducida aquí como Historias de familia -generando una confusión con la argentina Asuntos de familia estrenada en fecha similar- se llama en realidad El calamar y la ballena -tal vez para evitar la confusión con la horrible película argentina La puta y la ballena Este título curioso apunta al nudo problemático de una historia donde todo parece claro. Esa pareja tan intelectual se ha separado. El hijo mayor ha tomado partido por su padre y el menor por su madre. Comienzan a surgir algunos comportamientos extraños en los chicos. Al mayor le piden en la escuela que vaya al psicólogo. Su padre le dice que concurra, pero que no se fíe mucho de un profesional que ni siquiera está doctorado en su especialidad. El chico comienza a contarle al psicólogo sus vivencias de pequeño en el Museo de Ciencias, en el que se representaba la escena de una ballena comiendo un calamar. Y ese recuerdo, al parecer insignificante, es el que complejiza la historia y la dota de mayor emotividad.
Mirar Historias de familia en DVD te quita la emoción de la pantalla grande, pero aporta beneficios marginales. Comento la película con un conocido que la vio en el cine. Dice que le irritó mucho que los espectadores se rieran a carcajadas del drama, como si estuvieran viendo una comedia divertidísima. Además, una chica detrás de él se puso a llorar desconsoladamente, recordándonos que lo común de los divorcios en la actualidad no borra el carácter traumático que puede tener para sus protagonistas
5 comentarios:
Para agregar más confusión, ahora se estrenó "Retrato de familia", que en realidad en el original en italiano es "Il pranzo della domenica". Para sociólogos: ¿Por qué habrá tantas películas con la palabra "familia"?
Para agregar más confusión, ahora se estrenó "Retrato de familia", que en realidad en el original en italiano es "Il pranzo della domenica". Para sociólogos: ¿Por qué habrá tantas películas con la palabra "familia"?
Yo lo que veo es miles de divorcios, de mis amigos por aca la gran mayoria esta divorciado...o "la maneja".
Lo que creo es que tenemos que asumir el divorcio como algo más natural, más sistemático (tal cual lo establece la ley española con el llamado "divorcio express", que es un tramite de 3 dias y barato), ir a un tipo de familia más flexible. Los psicologos, por fin, tienen ahi algo útil que hacer, que diseñar, sobre todo para que la influencia sobre los hijos sea lo mínima posible.
El Ruso
Justamente, a lo que apunta la película es a mostrar cómo por más que el divorcio sea hoy moneda corriente, sigue afectando a los chicos porque de un día para el otro su contexto cambia radicalmente: casa, rutina, sociabilidad...
Claro que sigue afectando...y afectará más. Por eso digo que habría que estudiar como hacerlo más llevadero para los chicos. De hecho, un compañero (40 y pico de años) se esta divorciando, y está intentando volver a la casa por el impacto negativo que la cosa tuvo en su hio de 8 años. La frase de el es: "vuelvo al infierno por el pibe". No se...me parece duro que tenga que asumir que se cagó la vida...alguna solución tiene que haber, aunque no sea totalmente inocua.
El Ruso
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