Una categoría muy importante de la literatura es la de los libros para el baño. No obstante, es un tema sobre el que se habla poco, dado su carácter escatológico. Decir de un libro que es ideal para el WC no es desmerecerlo en absoluto, ya que tiene que tener unas características peculiares que no reúne cualquier volumen.
Son ideales para llevar al baño las revistas tales como Gente y Caras, los diarios y sus suplementos (aunque un poco incómodos por su tamaño) y aquellos libros que pueden ser tomados por cualquier parte. Son libros de frases o aforismos, pequeños bocetos o historias breves, diarios, historietas. Cualquier libro que pueda ser tomado de adelante hacia atrás o de atrás hacia delante, que no nos enmarañe con un discurso muy complejo o una historia tan interesante que nos obligue a quedarnos todo el día en el baño. Puede ser una edición linda, pero tampoco un ejemplar tan costoso que lamentemos muchísimo si se moja por dejarlo en el labatorio.
Algunos libros que recomiendo especialmente para el baño, pese a ser bien disímiles, son: Cuentos sin plumas de Woody Allen, Historias en la palma de la mano de Kawabata, Descanso del caminante y De jardines ajenos de Adolfo Bioy Casares, el Diccionario de lugares comunes de Flaubert, El diario de la hepatitis de César Aira y Proyecto Cartele. Los libros especialmente no recomendados para el baño son Te amaré como a una piedra de Antonio Lobo Antunes, el Ulises de Joyce, Revolución y guerra de Tulio Halperín Donghi y Estética de la creación verbal de Bajtin.Esperamos que un tema tan importante sea tratado seriamente por los estudiosos académicos y que las editoriales sepan aprovechar este nicho del mercado, y así como en verano piensan en libros para la playa, ideen una colección de libros para el baño, con sobrecubiertas de materiales plásticos y en ediciones que podrían venderse con un pack de Activia de regalo.
Son ideales para llevar al baño las revistas tales como Gente y Caras, los diarios y sus suplementos (aunque un poco incómodos por su tamaño) y aquellos libros que pueden ser tomados por cualquier parte. Son libros de frases o aforismos, pequeños bocetos o historias breves, diarios, historietas. Cualquier libro que pueda ser tomado de adelante hacia atrás o de atrás hacia delante, que no nos enmarañe con un discurso muy complejo o una historia tan interesante que nos obligue a quedarnos todo el día en el baño. Puede ser una edición linda, pero tampoco un ejemplar tan costoso que lamentemos muchísimo si se moja por dejarlo en el labatorio.
Algunos libros que recomiendo especialmente para el baño, pese a ser bien disímiles, son: Cuentos sin plumas de Woody Allen, Historias en la palma de la mano de Kawabata, Descanso del caminante y De jardines ajenos de Adolfo Bioy Casares, el Diccionario de lugares comunes de Flaubert, El diario de la hepatitis de César Aira y Proyecto Cartele. Los libros especialmente no recomendados para el baño son Te amaré como a una piedra de Antonio Lobo Antunes, el Ulises de Joyce, Revolución y guerra de Tulio Halperín Donghi y Estética de la creación verbal de Bajtin.Esperamos que un tema tan importante sea tratado seriamente por los estudiosos académicos y que las editoriales sepan aprovechar este nicho del mercado, y así como en verano piensan en libros para la playa, ideen una colección de libros para el baño, con sobrecubiertas de materiales plásticos y en ediciones que podrían venderse con un pack de Activia de regalo.
1 comentario:
jajajajajaja, pack de Activia!!! ese producto es una gran cag**a
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