Como el domingo era el Día del Padre, la cola en la carnicería era nutrida. Pero nada lo hace desistir a mi carnicero amigo de su habitual buen humor: hace chistes con los clientes, le guiña galantemente el ojo a las minas...
Pero yo no lo tenía en su fase poética. Un señor estaba haciendo un pedido para un buen asado. Nuestro amigo le preguntó si no llevaba morcillas. Y le zampó este verso profundo:
Un asado sin morcillas
es como un cielo sin estrellas.
domingo, junio 17, 2007
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3 comentarios:
Me encantó la frase. La morcilla es el medio hermano del chorizo, que no todo el mundo aprecia, sobre todo porque le ponen cosas como pasas de uva.
Algunos puristas del asado alegan que ni los chorizos, ni las morcillas, ni las provoletas son elementos que un entendido incluiría en un asado. La poética frase del carnicero aporta elementos en sentido contrario.
No necesariamente: un buen cielo diurno celeste tampoco tiene estrellas. Habría que debatir tambien la deseabilidad o pertinencia de la presencia de estrellas en el cielo.
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