El nuevo libro de Sergio Olguín difiere bastante de sus anteriores novelas. Este escritor que siempre había optado por escenarios muy argentinos: Lanús, Villa Fiorito o la Facultad de Filosofía y Letras, nos traslada ahora a Springfield, Illinois.
Esta novela es una continuación de El equipo de los sueños, pero en esta oportunidad los tres amigos de Lanús van a Estados Unidos a realizar un intercambio estudiantil. Este argumento sirve a Olguín para retratar una Norteamérica peculiar: el reflejo de todo lo que los argentinos consumimos de Estados Unidos, especialmente los coetáneos del escritor o de los adolescentes actuales: B. J., los Simpson, McDonald's, Kerouac, el Dr. Carter de E.R., Monsters de Pixar, el activista de los derechos de los aborígenes americanos Leonard Peltier, Bob Dylan, los Hot Wheels, la mítica fórmula de la Coca Cola, Christine Young, la matanza de Columbine... referencias que aparecen de forma velada o abierta mostrando las múltiples formas en que la cultura norteamericana hibrida la nuestra, pero también resaltando las diferencias. Los adolescentes en el colegio americano no pregonan el antiamericanismo, pero defienden su individualidad y su resistencia. Olguín muestra como las viejas dicotomías de los '60 carecen de validez porque los adolescentes de Lanús miran el básquet de la NBA y comen hamburguesas, pero siguen prefiriendo el picadito en el potrero y el choripán.
Más allá del decorado que elija, Springfield tiene dos elementos que nunca faltan en las novelas de Olguín: un ritmo cinematográfico que te hace devorar la historia, con muchas aventuras y casualidades absurdas que hacen a la trama divertida, y el valor de la amistad puesto por encima de cualquier otro vínculo.
martes, junio 12, 2007
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