Basta con leer cualquier libro de historia un poco conspirativo, al estilo de los de Lanata o Pigna, para advertir que el poder formal y el poder real están muchas veces distanciados.
De la misma manera, en Sibelius reina un oscuro triunvirato. Lo que los clientes compran o dejan de comprar no está determinado por el libre albedrío de ellos ni por la dictadura del dinero, sino por las sutiles o abiertas sugerencias del triunvirato.
Losada, siempre atento con su cámara para captar detalles que revelen hechos significativos, pudo fotografiar a la logia reinante. Grondona te censura con el ceño fruncido, Velasco acota algo con su sonrisa irónica y Zappa vigila desde el poster.
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