Irene Némirovsky es un personaje singular para la literatura europea. Nacida en el seno de una adinerada familia rusa, al estallar la revolución debe escapar refugiándose en París. Allí recibe una esmerada educación y un muy temprano reconocimiento de su labor como escritora. Muere en Auschwitz en 1942. Sus hijas conservaron sin saberlo el manuscrito de Suite francesa, memorias que fueron editadas en el 2004, impactando a la crítica y al público.
La reaparición de Nemirovsky en el campo de las letras motivó la redición de la nouvelle El baile de 1928. Este escrito narra la historia de un matrimonio judío en Alemania enriquecido por un golpe de suerte en la Bolsa. Instalados en un nuevo y lujoso piso, dan un baile al que nadie asiste. En el doble desprecio al judío y al nuevo rico pueden leerse todos los desastres por venir: el crack del '29, el ascenso del nazismo, las consecuencias últimas de una discriminación que comenzara de formas más sutiles.
La mayor paradoja, sin embargo, es que la venganza de El baile no es perpetrada por la sociedad, sino por una adolescente tratada con extrama dureza (¿la propia Némirovsky, tal vez?). Pero pronto Irene y Antoinette se transformarán en víctimas antes que en victimarios. El baile nos estremece doblemente: por su prosa decidida con descripciones filosas -hechas por una joven de 25 años- y por todo lo que, terriblemente, se esconde en el porvenir.
viernes, mayo 04, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario