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viernes, noviembre 03, 2006

La CULTURA con mayúsculas

Hace unos días escribí un post sobre la Muestra Internacional de Cine Independiente. No se entiende muy bien por qué este texto actuó como disparador de un debate sobre el quehacer cultural, sobre el apoyo a las iniciativas culturales ya sea público o privado, los méritos con los que debe contar un trabajo para que alguien actúe como mecenas y otras yerbas por el estilo.
El debate me dejó un sabor amargo porque me pareció que no quedó suficientemente clara mi posición: dedicarse a la cultura no es una actividad superior en ningún aspecto. Quienes lo hacen.... es porque tienen ganas, entonces no deben rasgarse las vestiduras dándoselas de artistas incomprendidos sin apoyo. Lo que buscan es, en el mejor de los casos, vivir de lo que hacen, y en el peor lucrar con una actividad fingiéndose seres superiores que sólo viven del espíritu.
Hoy termino de leer la novela de Gabriel Báñez Cultura y me alegro de encontrar compendiado todo lo que quiero decir en una graciosa parodia sobre el mundillo cultural. Báñez recrea el clima imperante en un centro cultural platense: con sus internas feroces, sus organismos improductivos, los artistas ladrones, los discursos grandilocuentes sobre que la cultura liberará a los hombres. La historia es contada desde la óptica del editor del centro cultural, un hombre con personalidades múltiples. El relato se desarrolla cuando en el centro cultural es designada una nueva autoridad que quiere aplicar principios modernos de gestión. La novela es sumamente divertida y, por momentos, tan delirante que en algunos pasajes recuerda a César Aira. Las iniciativas como la recreación de un día en la vida de Bach, el Living de los escritores (con fotografías de Sabato y Borges), las visitas guiadas a una ballena gigante, y la estatua muriente forman los hitos mayores en el relato, como muestras del absurdo al que se puede llegar en iniciativas de este tipo.
En síntesis, un libro que sería recomendable que leyeran todos aquellos que se lamentan por la falta de apoyo a la cultura entendida como falta de apoyo a ellos mismos. Tal vez el rigor de la parodia pueda remitirlos al sinsentido de sus planteos.

7 comentarios:

DaFeBa dijo...

Uhh, yo sufro la cultura artistica platense constantemente... y peor que un artita frustrado, es un artista frustrado con la minima dosis de poder posible como es se ayudante.
No quiere decir que todos son así de malos... otros son malos de otras maneras.
leer este post me hizo recordar que le tengo que sacar fotos a los carteles que están poniendo para las elecciones en Bellas Artes. No se si soy yo, pero poner un cartel que diga "la imaginación al poder" parece una gilada. los estudiantes no necesitan imaginación sino hechos concretos, soluciones a sus incovenientes.

Anónimo dijo...

Miren esta frasecita sacada del blog Itinerarte:"¿Quién sigue pensando en el arte cuando es posible la felicidad?"

Anónimo dijo...

Sibelius, leí la novela. Me la devoré y me pareció genial. Gracias por el dato y por el post.

Ibañez

Sibelius dijo...

¿Cuál de los dos Ibañez escribe?

Gabriel Báñez dijo...

El mismo, abrazo Sibelius

Sibelius dijo...

Qué bueno que hayas llegado al blog! Verdaderamente me encantó tu novela, y pienso incluir una reseña sobre ella en la revista que hacemos (con comentarios de CD´s y libros). Si te interesa, te la mandamos por correo o en PDF.

Saludos,

Adriana Badagnani

Gabriel Báñez dijo...

Adriana, gracias. Entrando a mi blog tenés el mail. Te contesto enviando dirección postal. Buen Jazz, Sibelius, y el abrazo.