Me parece ridículo el argumento de que habría que prohibirle a Callejeros tocar o sacar un disco. Preferiría que por respeto a la gente que murió Ibarra hubiera renunciado, Callejeros se disolviera como banda y Chavan no dijera pavadas. Pero dado que naturalmente no asumen esa posición, no me parece bien obligarlos. Que Callejeros toque donde quiera, la gente es libre de abstenerse de prestarles atención.
También me parece ridículo decir que hacen negocio con la muerte. Obviamente un grupo musical es una organización comercial y es obvio que los integrantes de Callejeros quieran seguir ganándose la vida. Además, es evidente que existe toda una industria de lo necrótico. El sello discográfico les hace un contrato pensando que el morbo vende, pero tampoco se les puede pedir que de un día a otro se transformen en carmelitas. Nuevamente, el poder está en la gente que puede abstenerse de comprar el disco.
Barcelona, que se caracteriza por un humor negro llevado al absurdo, publicó el siguiente titular: "El chico que tiró la bengala dice que Ibarra es un asesino y debería ir preso". Esta vez el humor del absurdo no funcionó tan bien porque en el caso Cromagnon esta declaración es factible. Se escucha cada cosa ridícula referida al caso, que este acerto es una descripción fidedigna de la posición de algunos padres de las víctimas. Dicen que a los chicos los mató la corrupción. Y puede ser cierto. Pero también los mató la avidez empresarial, la inconsciencia de una banda que tocaba en cualquier lugar y apoyaba el uso de la pirotecnia y la falta de cerebro de una parte del público seguidor de Callejeros.
También me parece ridículo decir que hacen negocio con la muerte. Obviamente un grupo musical es una organización comercial y es obvio que los integrantes de Callejeros quieran seguir ganándose la vida. Además, es evidente que existe toda una industria de lo necrótico. El sello discográfico les hace un contrato pensando que el morbo vende, pero tampoco se les puede pedir que de un día a otro se transformen en carmelitas. Nuevamente, el poder está en la gente que puede abstenerse de comprar el disco.
Barcelona, que se caracteriza por un humor negro llevado al absurdo, publicó el siguiente titular: "El chico que tiró la bengala dice que Ibarra es un asesino y debería ir preso". Esta vez el humor del absurdo no funcionó tan bien porque en el caso Cromagnon esta declaración es factible. Se escucha cada cosa ridícula referida al caso, que este acerto es una descripción fidedigna de la posición de algunos padres de las víctimas. Dicen que a los chicos los mató la corrupción. Y puede ser cierto. Pero también los mató la avidez empresarial, la inconsciencia de una banda que tocaba en cualquier lugar y apoyaba el uso de la pirotecnia y la falta de cerebro de una parte del público seguidor de Callejeros.
Repito, no estoy de acuerdo con que le prohiban a Callejeros sacar un disco, pero si ejerzo mi derecho de no traerlo a mi local, porque poner en la vidriera el CD de Callejeros a $45 (no es doble, no viene con DVD, ni incluye como plus el sonido de la noche del fatídico accidente) me parece una falta de respeto. Ahora bien, a todos aquellos que comentan que el disco ya se agotó, les aviso que es mentira, que es una estrategia publicitaria, y que está esperando ser vendido corriendo el riesgo de ser un fiasco. Por último, también podrían decirme que como la música es una forma de arte, yo debería juzgar la obra por sus méritos y no por una serie de factores extramusicales. Bien, no hablo de la música de Callejeros porque me parece espantosa. Todos sabemos que el rock es un estilo especial, que tiene que ver más con actitud que con pericia. Pero existen los límites. Luego del caso Cromagnon escuché muchas reflexiones sesudas sobre el trasfondo social del rock chabón y la particular idiosincrasia de sus fans. Pero creo que a nadie se le ocurrió invertir la hipótesis: que los seguidores de esas bandas son chicos como cualquier otros, pero que se les arruina el marulo por escuchar música tan, tan fea.
1 comentario:
Acabo de leer tu post... interesante tu punto de vista. Aunque, yo pienso algo distinto.
No voy a entrar en cuestiones de gustos musicales, simplemente el hecho de que ellos puedan o no tocar en vivo, o sacar un CD.
Obvio, es un negocio, pero pregunto yo... ¿Si a un maestro lo acusan de haber abusado de niños, puede seguir laburando?
La respuesta es NO.
Yo creo, que hasta que la justicia determine que ellos no son culpables, que ellos son víctimas tambien, entonces no deberían ni tocar ni sacar un CD.
Demasiado, a mi entender, que estan en sus casas, y que Chaban, acusado de lo mismo que ellos, este preso. No defiendo a ninguno, solo me gusta la igualdad de las personas ante la ley.
Un abrazo!
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