Los lunes no sólo se empiezan las dietas; también los vendedores comienzan su semana con muchas ínfulas. El domingo por la noche preparan sus argumentos de venta ganadores, y el lunes tempranito están ofreciendo coberturas médicas, rifas, publicidades, excelentes imitaciones de los mejores perfumes, productos de Mary Kay, medias, productos de limpieza y calculadoras. Los pobres comerciantes que no tenemos más remedio que esperar que nuestras víctimas entren al local, nos vemos apabullados por los motivados vendedores, en especial un día de sol. Demás está decir que entre todos los buscavidas se esconden verdaderos personajes, que te putean abiertamente si no comprás, que te cuentan la historia de su vida (siempre hay un pasado glorioso y una caída), que están llenos de tics extraños... y también están los que a la tercera venta trunca ya adquieren un derrotismo atroz...
Pero el espécimen de hoy se llevó el premio. De edad indefinida, con paso y voz cómicas, la vendedora de cosméticos me dice:
-Comprame... hoy me tenés que comprar o me transformo en vampiro...jijiijijiji...
No es un buen argumento de ventas... Entendés: COMPRAME O ME TRANSFORMO EN VAMPIRO. JIJI, JI JI... Aterrada le digo que igualmente me arriesgo a no comprarle. El aparato de Transilvania sigue su recorrido por los comercios con aire perdido. Por suerte el martes el entusiasmo amaina.
4 comentarios:
Vicente, no te habrá visto muy pálido esa vendedora...
yo quisiera saber quien era el vampiro...
El Ruso
Habiendo superado los efectos del sol, y victima de su realidad, quiza busacaba la unica forma de morir conocida para un vampiro, una estaca en el pecho, es decir, morir clavada...
E.N.
Si...aca hay gente que vuela sin capa...yo los conozco.
El Rusi
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