Ayer vi en el cable Los soñadores, de Bernardo Bertolucci, película del 2003 que no había visto en razón de muchas críticas negativas que había escuchado. El film me pareció muy interesante, aunque aún no decido cuánto me gustó. Es indudablemente atrapante, y el triángulo amoroso conformado por los gemelos incestuosos y el joven americano que oscila entre el amor por Isabelle y la homosexualidad, crea escenas fantásticas.
Lo que se diluye es el entorno. Los soñadores está ambientada en los disturbios del '68 Francés. Pero este trío peculiar estaba tan centrado en su perversa intimidad, que no parecía importarle que los acontecimientos se dirigieran a regiones inciertas. Entonces muchas críticas a la película parecieron centrarse en la banalización de aquel movimiento que Los soñadores registraría. Yo creí entender que es esa yuxtaposición de elementos lo que resulta atractivo para el director: cómo tres jóvenes idealistas pueden quedar excluídos del movimiento más importante de su generación a partir de que las relaciones sensuales, sexuales e intelectuales que mantienen entre ellos los tornan autosuficientes. Pero seguramente mi lectura sea errónea, porque eran las dos de la mañana.
miércoles, octubre 18, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Yo interpreté lo mismo sobre la visión de Bertolucci en Los soñadores.
yo tambie´n la vi por cable el otro día con los prejuicios previos a que era una onda a la de "irreversible" la peli de Gaspar Noé....pero la verdad es que no se si me gustó pero si me sorprendieron las malas críticas (medio infindadas)que tuvo en su momento...tiene un toque intimista dificil de ver hoy en día.
Interesante punto de vista, para mí es una cinta con la que se comprueba que una vez más Bertolucci retoma la pauta cinéfila entre el sexo y la política. The Dreamers es una interesante y cautivadora historia de amor vinculada directamente con el contexto político-cultural acontecido en las revueltas primaverales del '68 en la ciudad de París, con una captación perfecta de escenarios y ambientes. Una cinta seductora, con una gran reparto que a lo largo de todo el film los actores Eva Green (Isabelle) y Louis Gardel (Theo), sorprenden por la sencillez y gracia a la hora de encarnar a unos personajes pintorescos y complejos, al igual que Michael Pitt (Matthew), quien, completando el trío protagonista, y bajo una apariencia apática y alucinada a la vez, remata el trabajo con una interpretación meticulosa, aunque a veces un tanto insustancial. En general se trata de un drama amoroso lleno de ideales y descubrimientos, que rinde culto al cine.
Publicar un comentario