Si uno no es un experto en cine, generalmente no se justifica leer un libro que realiza un análisis técnico de una película. Salvo que sea la película de tu vida. Ese es justamente el título de la colección de Gedisa, que reúne ensayos sobre determinadas películas, escritos por diversos autores. Como Amores perros de Alejandro González Iñárritu me resultó fascinante, me le animo al libro de Paul Williams (catedrático de Español en Cambridge). Así me entero de muchos detalles sobre Amores perros: cómo surge el proyecto, qué escenas guionadas finalmente no fueron incluídas, el impacto nacional e internacional del film, detalles sobre la imagen y el sonido, además de un análisis sobre las ideas que Iñárritu expone. Para quien adoró un film, toda esta información no está de más, sobre todo cuando viene unida a fotografías de las escenas claves y una completa ficha técnica.
Gracias al libro de Williams comprendemos cómo entronca Amores perros con la tradición cinematográfica mexicana y sus motivos dominantes; el uso de la música (valoré especialmente los datos sobre el por qué de la inclusión del tema Lucha de gigantes de Antonio Vega) y el silencio; y el tipo de tomas y película que el director prefiere. Pero sobre todo, recuperamos la emoción que el film nos produjo, y constatamos que ese impacto trasciende barreras de idiomas y culturas, como lo demuestra su éxito en el Reino Unido.
Un detalle: tal vez no menor. Williams explora inteligentemente la relación entre las tres historias, las similitudes y diferencias entre las situaciones y los personajes (la infidelidad, los diferentes contextos sociales), así como las ideas que el film proyecta. Pero tal vez lo que falta son los perros. Los perros en su vinculación con unos humanos que los adoran o los usan, que los necesitan y los lastiman. La referencia a los amores perros, no creo que esté sólamente dada por las relaciones -de pareja, fraternales y filiales- fallidas, en las cuales los animales aparecen como elemento iconográfico común. En la vinculación entre los animales y sus amos también pueden leerse muchos mensajes y elementos subyacentes de la historia.
viernes, octubre 13, 2006
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