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lunes, enero 23, 2006

Que sea domingo

No me gustó tanto “Sábado” de Ian Mc Ewan. Tanto como a la crítica que la alabó sin excepciones. No digo que no esté maravillosamente escrita, que carezca de interés o que su ritmo arrollador no obligue al lector a seguir hasta el final. ¿Qué me molestó entonces? Tal vez el exceso de disquisiciones médicas que jalonan la trama, o la concepción ideológica de la novela. No sólo la justificación a la guerra en Irak, sino la confianza ilimitada del neurocirujano Henry Perowne en el progreso, la civilización y la democracia. Se me dirá que confundo al personaje con el autor, y que es factible que un exitoso profesional como Perowne piense de esa manera, pero lo que no es lícito es que Mc Ewan le de a sus contrincantes ideológicos argumentos pobres e infantiles.
Tal vez la novela me pareció molesta desde el punto de vista político, pero sobre todo, no logré empatía con su protagonista. Henry es tan buen médico, esposo, padre y ciudadano... tan ecuánime y razonable, como sensible y heroico. Tan generoso y comprensivo . “Sábado” transcurre en sólo 24 hs. en las que Henry actúa con tanto atino frente a los problemas que aparecen en su jornada, que un simple mortal lleno de defectos termina por desear que sea el domingo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto...hay veces que uno conoce gente que nos ubican en lo poco que somos. Un amigo mio suele decir que la mejor teoría psicológica que se nos aplica a los dos es la del análisis matemático: nuestras vidas son infinitesimal, tienden a cero. En todo caso, lo que queda es admirar a estos señores y señoras que se salen del molde (y hay muchos). En cuanto a la guerra de Irak, yo no entiendo nada sobre el origen (las armas que no estaban, el petróleo de Bush, el complejo de Jr de terminar lo que hizo el padre, etc.), pero si tengo una gran esperanza en que las cosas vayan a mejor. Me parece increíble que haya un principio de democracia en un pais árabe.
Creo que son geniales esas personas optimistas, con fe en el progreso, la democracia, las cosas bien hechas.
No hay nada peor que las personas con teorías complicadas, conspirativas, que después de análisis sesudos llegan a diagnósticos espantosos. Diagnósticos siempre, soluciones nunca. Un ejemplo claro: el libro ese frances que se llamaba "El horror económico". Entre el medico este y el típico intelectual de izquierda...me quedo con el medico un millon de veces. Creo que a mi me gustaria la novela.

El Ruso

Sibelius dijo...

claro que le gustaría la novela, usted es el Henry de las finanzas. Pero lea algún libro en vez de opinar siempre sobre lo que no leyó.

Anónimo dijo...

Facho...me querés censurar? Sibelius=Albistur=Kirchner?

Y además que ud. sabe que yo hace rato deje el sexo por la lectura.

El ruso

Sibelius dijo...

Sibelius=Kirchner no me ofende en lo más mínimo. Para mí es un elogio que me comparen con nuestro presidente.