Pese a los sobres cerrados y los pseudónimos, rara vez un premio literario es ganado por un escritor que no sea conocido. Excepción a esta regla es el Premio Emecé 2007. Orlando Van Bradam tiene una importante obra publicada, pero este profesor de Letras oriundo de Entre Ríos que reside en Formosa parece llevar una vida tan tranquila coma la de Catulo Rodríguez, el personaje de su original novela. No obstante, las similitudes terminan allí, porque Van Bredam cambia su apacible existencia al ganar un prestigioso premio literario, en tanto que la de Catulo se transforma cuando encuentra el cadaver de un diputado en su baúl. A partir de aquí la trama continúa por dos vertientes paralelas: la de la novela negra al estilo Chandler, y una interpretación de la idiosincracia argentina vista a partir de sus anomalías. Desde la corrupción política macro hasta las pequeñas miserias de los ciudadanos que evaden algún impuesto o roban el cable. El tono de parodia se combina con una trama inquietante: el diputado tiene un doble, y no se sabe cuál de los dos está muerto, Catulo no sabe quién puso el cadáver en su baúl y por qué, por lo que también ignora si corre peligro. Y en medio de aquella trama la narración de los problemas de un hombre maduro que siente que los hijos son como extraños, que empieza a sospechar que su vida es demasiado aburrida.
Teoría del desamparo es un libro tan original como ordenado: construído como tesis, antítesis y conclusiones desarrolla una idea clara y divertida en una novela de lectura tan fácil como placentera.
lunes, septiembre 17, 2007
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