En un ámbito como una librería-disquería es habitual el renegar contra todo lo norteamericano por razones ideológicas y culturales. Esto es, un cliente de cada cuatro frunce la nariz cuando uno le recomienda un autor yanqui. Automáticamente piensan que uno se dejó ganar por lo comercial y lo fácil. Pero esa es una simplificación bastante absurda. La literatura norteamericana cuenta con autores excepcionales, tanto clásicos como actuales. Evidentemente, aquellos que piensan que es más fino leer autores europeos ignoran que en Inglaterra, Francia y Alemania también se escriben libros cutres. En cuanto a la oposición ideológica, uno podría pensar que está muy bien no dejarse influenciar por el pensamiento imperialista, pero combatir esta tendencia leyendo autores europeos es tan disparatado que ni siquiera merece ser puesto en palabras.
En síntesis, lo que quiero expresar es que mucha gente cree que es grasa leer autores americanos, y que es mucho más chic leer franceses, y conducen sus prejuicios al extremo de no leer autores yanquis. Hay profesores de literatura que escriben críticas para revistas culturales e ignoran quién es John Irving. De ellos lo menos que se puede decir es que no hacen bien su trabajo. Yo puedo decidir no comer pescado, y decir que es feo sin probarlo, pero si escucho una conversación sobre moluscos me abstengo de opinar. Entonces, mal que les pese a los europeizantes, no se puede hablar de literatura contemporánea desconociendo la narrativa norteamericana.
1 comentario:
Es muy común eso... yo desconfio de toda persona que dice "no, yo solo veo peliculas francesas", Como si de repente no existiera el cine independiente en EE.UU.
Por ejemplo: El canal Movie City que siempre promete estrenos, pasó una película francesa, que no recuerdo bien el nombre, algo como la chica de la cara pálida... era algo taaan malo .
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