Es un verdadero placer leer esta genial trilogía de Philiph Roth publicada por Seix Barral. El libro incluye tres libros que no sólo tienen en común a su protagonista Zuckerman –un Roth apenas disimulado- sino también una serie de temas: la soledad del escritor, los sentimientos encontrados con respecto a los orígenes y la familia y el carácter paradojal de la fama.
En La visita al maestro, Zuckerman, escritor en ciernes, va a visitar a Lonoff, escritor judío muy admirado por él. Pero un encuentro formal y correcto deriva en una serie de inconvenientes y escándalos. Estos acontecimientos tienen como telón de fondo la desdicha del propio Zuckerman, que ha tenido una pelea con su padre a causa de un escrito en que ventila una pelea familiar, y con ello –en opinión de su progenitor- actúa inconscientemente como detractor de los judíos. Aparece en escena una alumna y amante de Lonoff, que Zuckerman imagina como Ana Frank que a logrado sobrevivir a los campos de concentración. Comienza a fabular un romance y casamiento con esta heroína del pueblo judío, para así quedar para siempre eximido de críticas por escasez de amor a su propio pueblo.
En Zuckerman desencadenado los dilemas del protagonista se profundizan. El joven escritor se ha transformado en un icono de su tiempo al publicar una novela pornográfica que tiene por protagonista a un joven judío onanista. A partir de entonces el conflicto que se iniciara unos años atrás a causa de un escrito inocente, se transformará en un abismo entre Zuckerman y su familia, y entre el escritor y todos aquellos que lo juzgan como antisemita.
En La lección de anatomía, el escritor –que ha sufrido la muerte de sus padres y se encuentra distanciado de su único hermano- se encuentra postrado a causa de una dolencia que parece encontrar sus raíces en la culpa que siente por el desastre que ha generado publicando sus escandalosos libros. El dolor es tan fuerte que le impide escribir, e incluso piensa en abandonar su profesión. Pero no puede dejar de hacer literatura, y en un absurdo viaje a Chicago empieza a hacerse pasar por un pornógrafo, imaginando hasta los detalles más ínfimos de una vida escandalosa.
Por último, el libro nos ofrece un plus de diversión en La orgía de Praga, un hilarante relato de un Zuckerman que viaja a Checoslovaquia para recuperar los manuscritos de un escritor judío muerto a manos del nazismo. Allí vive todo el demencial mundo de sistema dictatorial basado en el espionaje y la delación.En síntesis, Zuckerman se encuentra tensionado por sus orígenes, de los que no puede distanciarse, por los que se siente atraído, a la par que los rechaza en la medida que imposibilitan la autocrítica, el humor o fomentan la represión. Se trata de un libro gracioso y sincero sobre la labor del escritor, y los límites entre la vida de los personajes y su autor. Esperemos que Seix Barral continúe publicando la obra de este estupendo narrador norteamericano, especialmente Portnoy´s Complaint, aquella novela escandalosa que le diera a Roth la fama y la desdicha.
En La visita al maestro, Zuckerman, escritor en ciernes, va a visitar a Lonoff, escritor judío muy admirado por él. Pero un encuentro formal y correcto deriva en una serie de inconvenientes y escándalos. Estos acontecimientos tienen como telón de fondo la desdicha del propio Zuckerman, que ha tenido una pelea con su padre a causa de un escrito en que ventila una pelea familiar, y con ello –en opinión de su progenitor- actúa inconscientemente como detractor de los judíos. Aparece en escena una alumna y amante de Lonoff, que Zuckerman imagina como Ana Frank que a logrado sobrevivir a los campos de concentración. Comienza a fabular un romance y casamiento con esta heroína del pueblo judío, para así quedar para siempre eximido de críticas por escasez de amor a su propio pueblo.
En Zuckerman desencadenado los dilemas del protagonista se profundizan. El joven escritor se ha transformado en un icono de su tiempo al publicar una novela pornográfica que tiene por protagonista a un joven judío onanista. A partir de entonces el conflicto que se iniciara unos años atrás a causa de un escrito inocente, se transformará en un abismo entre Zuckerman y su familia, y entre el escritor y todos aquellos que lo juzgan como antisemita.
En La lección de anatomía, el escritor –que ha sufrido la muerte de sus padres y se encuentra distanciado de su único hermano- se encuentra postrado a causa de una dolencia que parece encontrar sus raíces en la culpa que siente por el desastre que ha generado publicando sus escandalosos libros. El dolor es tan fuerte que le impide escribir, e incluso piensa en abandonar su profesión. Pero no puede dejar de hacer literatura, y en un absurdo viaje a Chicago empieza a hacerse pasar por un pornógrafo, imaginando hasta los detalles más ínfimos de una vida escandalosa.
Por último, el libro nos ofrece un plus de diversión en La orgía de Praga, un hilarante relato de un Zuckerman que viaja a Checoslovaquia para recuperar los manuscritos de un escritor judío muerto a manos del nazismo. Allí vive todo el demencial mundo de sistema dictatorial basado en el espionaje y la delación.En síntesis, Zuckerman se encuentra tensionado por sus orígenes, de los que no puede distanciarse, por los que se siente atraído, a la par que los rechaza en la medida que imposibilitan la autocrítica, el humor o fomentan la represión. Se trata de un libro gracioso y sincero sobre la labor del escritor, y los límites entre la vida de los personajes y su autor. Esperemos que Seix Barral continúe publicando la obra de este estupendo narrador norteamericano, especialmente Portnoy´s Complaint, aquella novela escandalosa que le diera a Roth la fama y la desdicha.
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