Los lectores argentinos apreciamos mucho el hecho de que nuevamente se consigan en Argentina libros importados, especialmente porque la mayoría de las editoriales no los vende al mismo precio que en Europa, sino que tienen un precio competitivo con los editados en Argentina. Se trata de políticas de los grandes grupos editoriales que prefieren vender los libros más baratos aquí, antes que perder un mercado importante.
Estas complejas políticas editoriales nos favorecen gracias a una peculiar alineación de los astros. Pero la emoción ante la ampliación la oferta de editorial en Argentina, se disipa ante la traducciones españolísimas que pueden llegar a opacar el placer de la lectura. El nuevo libro de Tom Wolfe “Yo soy Charlotte Simmons” es un buen ejemplo. Que un libro que afuera se cobra venticinco euros ($90) pueda conseguirse en Argentina a $39 alegra a cualquiera, pero los coños, las pollas, los gilipollas, los hijoputa frustran la lectura de hasta el más fervoroso lector. En definitiva, lo que no se puede comprender es por qué no se realizan traducciones más neutras si el mercado es tan importante como para venderle a precios preferenciales. De hecho Argentina y México son los mayores compradores de libros fuera de España. No está bueno leer un pasaje erótico de un libro con un diccionario de españolismos en mano para advertir cuáles son las partes del cuerpo aludidas.
Estas complejas políticas editoriales nos favorecen gracias a una peculiar alineación de los astros. Pero la emoción ante la ampliación la oferta de editorial en Argentina, se disipa ante la traducciones españolísimas que pueden llegar a opacar el placer de la lectura. El nuevo libro de Tom Wolfe “Yo soy Charlotte Simmons” es un buen ejemplo. Que un libro que afuera se cobra venticinco euros ($90) pueda conseguirse en Argentina a $39 alegra a cualquiera, pero los coños, las pollas, los gilipollas, los hijoputa frustran la lectura de hasta el más fervoroso lector. En definitiva, lo que no se puede comprender es por qué no se realizan traducciones más neutras si el mercado es tan importante como para venderle a precios preferenciales. De hecho Argentina y México son los mayores compradores de libros fuera de España. No está bueno leer un pasaje erótico de un libro con un diccionario de españolismos en mano para advertir cuáles son las partes del cuerpo aludidas.
4 comentarios:
Vale. Tenéis razón. Pero ustedes han usado el adjetivo "cutre", hace pocos días. ¿Os estáis contagiando?
Las palabras van y vienen. En España se ha pegado lo de "pibe" y lo de "guita" (esta última no se si es un argentinismo, pero pibe si porque es una palabra genovesa para decir aprendiz, y aqui italianos pocos, y por eso la pizza es malisima).
Ahora, el tema de las traducciones es complicado. Aca también se quejan cuando un libro es traducido en America Latina. Y en España, sin caer en topicos, encuentran un poco mas dificil lidiar con lo "importado" (conozco gente de 20 y pico de años que jamas ha visto una pelicula subtitulada). Lo mejor es, si se puede, leer en el idioma original. Ya lo dijo Borges: "los galicismos son la mayor contribucion del español a la cultura occidental".
El ruso
Acaso los latinoamericanos no nos merecemos una traducción propia? porque solo con Argentina y Mexico juntos, se supera facilemte la población de España.
Miras torrente 1, torrente 2 y mejor obvias torrente 3, y listo. Ya estas al dia con los españolismos: "vete a tomá por tu puto culo cabron"
Publicar un comentario