Siempre me quejé de aquellos que valorizan el libro como objeto antes que por su contenido. Yo que leí los clásicos de la literatura universal y argentina sacándolos de las bibliotecas, pensaba que no había tenido una experiencia radicalmente diferente que aquel que los había comprado en una edición de lujo. Es más, cuando te prestan el libro por una semana estás obligado a leerlo. Por el contrario, las bellas ediciones de tapa de cuero pueden juntar polvo en el estante. No hay apremio en leerlas, ellas nos esperan.
Pero, para qué negar el encanto del olor de un libro nuevo o la satisfacción que procuran esos libros tan lindos que podemos mostrar a alguien que viene a casa. Uno de esos libros es La famosa invasión de Sicilia por los osos de Dino Buzzati, de Editorial Gadir. Con tapa dura, cosido, e ilustraciones de autor. Uno de esos libros para regalarle a una persona especial, de esas que querés mucho. O uno de esos libros que uno compra para regalar y termina quedándoselo.
El cuento, en sí mismo, es una fábula sobre la corrupción de la ciudad, la ambición, el poder y el dinero. Un libro para grandes y chicos. O mejor dicho, ideal para esos grandes que nunca crecieron.
jueves, noviembre 01, 2007
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4 comentarios:
hola nenita pues hace tiempo no pasaba por aki pues si no hay nada mejor que un libro que te haga olvidar la realidad y te lleve a otro mundo mucha suerte en todo y espero pases por mi blog besitos
"(...) no hay nada mejor que un libro que te haga olvidar la realidad (...)".
qué diferencia esta afirmación de la acción de sentarse frente a la televisión y mirar cualquier programa de Tinelli?
nada.
no, estimada/o comentarista, un libro -un buen libro- no sirve para eso, para evadirse, sino, al contrario, para adentrarse en la realidad, para conocerla y entenderla de una manera quizás distinta que la observación y/o participación directa, no para olvidarla.
aún la buena sci-fi, tipo P. Dick sirve para eso.
porque si es para olvidarla, entonces basta ver a Tinelli o, por qué no, alcanza con leer Clarín.
saludos
si te fijás Marcelo,la princesita tiene 16 años. Igual, teorías sobre la función de la literatura hay muchísimas...
no está nada mal que alguien hable de libros a los 16 años!
vamos, Marcelo, no seamos tan formales y extremistas, yo no me animaría a una definición de "buen libro" tan categórica...
saludos,
Inés
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