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domingo, octubre 05, 2008

nuevo disco de Lila Down

Hasta hace un par de días creía que Lila Down había sacado, simultáneamente, dos nuevos CDs: Shake away y Ojo de culebra, pero ahora descubro que son uno sólo, o que las diferencias entre ambos son muy sutiles: la inversión del orden de los temas (Ojo de culebra abre con el tema que da título al disco, en tanto que Shake away lo hace con "Little man"; diferentemente barajados aparecen las mismas trece canciones) y que en Shake Away hay tres bonus track, versiones en inglés de los temas en castellano: "Shake away" ( "Ojo de culebra"), "I Envy the wind" ("Yo envidio al viento") y "Nothing but the Truth"("Justicia")

Hasta el momento, la única conclusión que saqué es que las dos versiones deben estar pensadas para los diferentes mercados de Estados Unidos y América Latina (los dos mundos a los que pertenece la cantante mexicano- estadounidense). Creo que Lila Down intentó que el mensaje de justicia social, la denuncia a la condición de los inmigrantes, el sentimiento de desarraigo llegara también al público americano. Y en Argentina editan los dos... porque somos muy cosmopolitas, o porque no saben si lo vamos a entender mejor en castellano, en inglés o de ninguna forma (acepto datos o mejores hipótesis).

En cualquiera de sus dos versiones, se trata de un disco estupendo relacionado con una sanación física y espiritual. En este trabajo se profundizan aquellos mestizajes musicales que la caracterizan: hay pinceladas de flamenco, cumbia, reggae, música del este europeo y música del sur de los Estados Unidos. Representando esta última incorporación aparecen "Black Magic Woman" (tema de Peter Green popularizado por Santana) y "Yo envidio al viento" ("I envy the wind") de Lucinda Williams. El resto de los temas fueron compuestos por ella y su pareja, el saxofonista Paul Cohen.

Pero el corazón del disco parece relacionado con dramas privados de Lila Down: "Mi inspiración está muy basada en la tristeza y en la angustia, me empujan a componer cosas que me alegren", "Tuve un problema de voz en un momento muy triste de mi vida -relacionado con sus dificultades para ser madre-", cuenta la cantante, quien recuerda que entonces acudió a Doña Queta, una conocida curandera de Oaxaca. Un tratamiento en el que seguramente también influyó el hecho de llegar a plantearse: "¿y si ya no puedo ser cantante, qué haré, si yo he venido a cantar a esta vida?", recuerda, tras asegurar que "se marchitaría" sin componer ni subir al escenario. De allí, seguramente, la letra del tema principal:

"Se me cae, se cae, como a la culebra
Yo lo tiro, yo lo tiro todo ese rencor
Se me caen, se me caen esas falsedades
Así yo me limpio también del dolor.

[...]

Óyelo mi madre
Óyelo mi hermana
Óyelo este hijo de mis entrañas."

Tras compartir una canción con Caetano Veloso, Lila Downs decidió invitar a su nuevo disco a otros artistas. Y ahí están canciones como "Ojo de culebra", en la que participa LaMari de Chambao; "Perro negro", con Rubén Albarrán de Café Tacuba, "Tierra de luz", con Mercedes Sosa, o "Justicia" con Enrique Bunbury. Se han quedado fuera otras voces que intentó incluir en el proyecto, como la de Concha Buika.

Más allá de lo musical, la riqueza de Lila Down está en las letras de las canciones. "Perro negro" está relacionado con la violencia de la sociedad mexicana, "Justicia" aparece vinculado a la corrupción, y en la sentida "Tierra de luz" se nos habla de los trabajadores migrantes y su nostalgia:

"Soy como el polvo

Que flota por el mundo

infame y pobre

Sin pueblo y sin valor.

Soy como nube

Que flota por el cielo

Que va llorando

Sin el aliento de Dios.

¿Dónde estás? tierra de mi corazón

No es que yo esté llorando

El río se desbordó

¿Dónde estás?

Yo soy sólo un pasajero

Tierra de mi pensamiento

Conmigo vas."


Siempre dispuesta a enriquecer sus propias raíces culturales, Lila Downs, que en 2005 obtuvo un Grammy Latino con "One Blood" y en el año 2006 fue nominada a los Oscar por su aparición en la película "Frida" de Salma Hayek, pero seguramente su mayor satisfacción profesional la obtuvo cuando la propia Chavela Vargas la nombró en su despedida como su sucesora.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi hipótesis es que saben que somos compradores compulsivos...

Sibelius dijo...

Es una buena teoría.
Igual tengo otra: quien decidió la edición de ambos no se dio cuenta que era el mismo... y es la misma gente que decide que se edita y que no.

Anónimo dijo...

Igual podría serque se aprovecha de sus orígenes enraizados en su cultura para entrar en la otra cultura que es el consumismo...