El texto enfoca la problemática de la identidad desde diferentes aspectos: histórico, social, político, jurídico y psicológico; incluye dos movilizadoras entrevistas, a Horacio Pietragalla y Juan Cabandié, e ilustraciones de Quique González (dibujante de Trelew).
Desde la primera vez que lo leímos, bajo la forma de una tesis para la Facultad de Psicología de la UNMdP, sentimos que debía ser publicado para que llegara a más gente y no quedara restringido al ámbito académico.
En este sentido, coincidimos con Eduardo Anguita quien, en la nota preliminar, define el trabajo de las autoras como “un aporte a un asunto que requiere la firme voluntad de buena parte de la sociedad. No sólo para restituir la identidad de los 400 casos que las Abuelas buscan sino también para restituirnos la identidad al resto de los argentinos, que deambulamos por una historia constitutiva de nosotros mismos y que debemos apropiarnos de ella. Eso, desde ya, si somos consecuentes con lo que tan fácil decimos a la hora de hablar de la democracia y los derechos que queremos defender.”
Para conmemorar el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, queremos compartir con ustedes algunos fragmentos del libro:
“De los más de quinientos hijos secuestrados, algunos fueron asesinados; otros han sido localizados y de ellos, una parte fue restituida a sus legítimas familias aunque mantienen el vínculo con las familias adoptantes de buena fe y otros permanecen en la justicia como causas pendientes. Esto nos indica lo mucho que hay por hacer todavía, recuperar la identidad de tantos sujetos es una problemática vigente.” (Introducción)
“El terrorismo de estado buscó tener un efecto multiplicador del miedo en la sociedad a través de discursos tales como “Algo habrán hecho”, “No te metas” o “¿Usted sabe qué está haciendo su hijo ahora?”. Pero los discursos para instalar el terror en una sociedad no son más eficaces que las prácticas: el secuestro, la tortura, la muerte, la desaparición forzada de personas y el secuestro de niños fueron las metodologías más usadas (cabe mencionar que el secuestro y desaparición de niños es un rasgo inédito en la historia mundial). En este marco, los niños cobraron un rol estratégico ya que fueron usados como “botín” de la represión. Respondiendo a valores occidentales como la supremacía del patriarcado, la situación de las mujeres y los niños fue particularmente vulnerable por su estado de indefensión.” (Capítulo 1)
“Sinceramente fue una felicidad saber mi historia, con todo lo que ella trae, dolor, angustia, impotencia. Es muy triste no tener recuerdos de casi toda una familia, es doloroso, y creo que como todas las muertes de seres queridos se necesita tiempo para procesar esto, el duelo, hoy sé que tengo una herida grande y no creo que esto esté cerrado.” (Horacio Pietragalla)
“Cuando dije `Ahora sí puedo ser padre´, lo que quise transmitir en ese momento fue que ahora mi identidad no seguía falseada y que mis hijos no nacerían en el engaño que la apropiación trae; fue como decir soy Horacio, y ahora hombre libre con todas las letras.” (Horacio Pietragalla) “(Les diría a los jóvenes) Que se animen, que la verdad no daña, al contrario, ayuda, enriquece, madura, libera, y también, que no sean egoístas en pensar en el miedo que puede tener uno, piensen que del otro lado está la familia que tanto busca, que tanto espera; esa abuela que en su poco tiempo de vida sueña con abrazar a su nieto, al hijo del hijo que le arrancaron.” (Horacio Pietragalla) “Desconocer tu origen es un trauma, entonces, la forma de extirparlo es con la verdad, conocer la verdad te libera de ese trauma.” (Juan Cabandié)
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