Fabián Casas: Ocio. Seguido de Veteranos del pánico, Santiago Arcos editor.
He leído de Fabián Casas varias cosas que me gustaron mucho: Los lemmings y otros relatos, Ensayos bonsai, y su blog Mal elemento (la verdad es que adeudo la lectura de sus poesías) . Así que cuando aparece un nuevo librito, me lo devoro muy contenta.
Ahora se trata de dos cuentos largos concatenados. Ocio trata sobre un chico que no hace nada, o casi nada. Salvo leer, escuchar música, drogarse, dormir, comer. Las actividades básicas de subsistencia llevadas a su última instancia. Y también pensar mecanismos para seguir haciendo nada, como fingir buscar trabajo en tanto va a ver propiedades que nunca podrá comprar. Vive en su casa con su padre y su hermano: los tres, islas con escasa comunicación. Y en ese ocio letal tiene un amigo, Roli, con quien comparte charlas de literatura, drogas y el oficio de dealers improvisados.
Veteranos del pánico parece narrar los antecedentes de la misma historia, igual casa vieja gigante en Boedo, pero remontándose a la historia de sus padres, muy especialmente de su tía favorita. Inecita, hermana menor de su madre, era una verdadera bomba asociada al despertar sexual del protagonista.
Creo que para comprender a Fabián Casas hay un pasaje brevísimo que define una obra muy marcada con lo generacional. Es un pequeño fragmento de Ensayos bonsai titulado "Crecimos con Videla". Allí se muestra claramente el derroteo generacional de quienes fueron chicos bajo la dictadura, adolescentes en la primavera alfonsinista y accedieron a la adultez bajo el menemismo. Máculas que signan temáticas y estilo de una generación de la cual Fabián Casas es uno de los mejores exponentes. Sería bueno que escribiera una novela que nos permita disfrutar de sus personajes un poco más...
martes, diciembre 09, 2008
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