Javier Aguirre, Eduardo Blanco y Fernando Sánchez son tres de los redactores de Barcelona, así como creadores del antológico blog Puto el que lee. Estos personajes cuentan, además, con otros ítems en sus curriculums, como por ejemplo el programa radial Quemen los bosques (primer programa antiecologista). En esta oportunidad nos brindan un libro alucinante de historia argentina.
Sabido es que los argentinos últimamente estamos obsesionados con la historia. Libros que antes no hubieran vendido ni cincuenta ejemplares hoy se encuentran entre los más vendidos. Felipe Pigna se ha transformado en una especie de diva, y el gordo Lanata pudo pagar varios de sus juicios con los derechos de autor de sus libros de historia. Héroes olvidados, nuevas lecturas de lo ya sabido, romances en la historia, y una batería de textos sobre los '70 invaden las librerías desplazando a las novelas de suspenso. Los argentinos no necesitamos novelas al estilo Le Carre, porque nuestro propio pasado nos las suministra con creces.
Pero pocas propuestas son tan divertidas y originales como las de Ucronías argentinas, que sugiere cómo pequeños cambios hubieran modificado sustantivamente el devenir del país. Con mucho humor, no exento de datos históricos para que la imaginería resulte creíble, los autores sugieren lo que podría haber sido y no fue.
Por ejemplo, sugieren que a Perón se le podría haber ocurrido dejar a Eva Perón, con lo cual (con la fuerza que invade a toda mujer despechada) ella se hubiera transformado en la mayor antiperonista, y por tanto, proligárquica, crítica de los negros, conductora de la Revolución Libertadora.
En otro capítulo imaginan que los Montoneros se hubieran hecho cargo del gobierno del país, pasando a formar parte de las organizaciones con promesas incumplidas que desilusionan a todos. La "orga" llegaría al poder mediante un "renunciamiento" del mismo Perón luego de su regreso al país, pero entonces se haría evidente el vacío programático de Montoneros: "proyecto político que hasta entonces cabía en un volante de 25 x 12 cm " de un grupo de muchachos que "Provenían de los barrios más acomodados de Buenos aires y el conurbano bonaerense, y ante la falta de entretenimientos mejores (acaso porque la Playstation no existía todavía, y el Atari era apenas un proyecto en desarrollo de los científicos de la Nasa) decidieron volcarse a la militancia política con predilección por las corrientes que proponían los tiros, los disfraces, los sobrenombres y la colocación de explosivos."
Otro apartado está dedicado al triunfo electoral del primer presidente argentino negro, otro al devenir de Maradona si el árbitro no hubiese sancionado el gol con la mano contra Inglaterra, otro a la desaparición de la Argentina, otro a un Luca Prodan harto del chauvinismo durante la guerra de Malvinas, otro al triunfo de los indios contra Roca en la campaña al desierto, otro a la bandera argentina gris si Belgrano hubiese tenido su inspiración en un día nublado... y toda una serie de disparates semejantes, pero con algún grado de verosimilitud o triste verdad (tanto como las opiniones políticas vertidas en Barcelona o un elevado grado de incorrección política típico de Puto el que lee).
Hoy un cliente que llevó el libro dio la definición perfecta: se trata de un excelente libro para el baño. No obstante, esta denominación de ninguna manera significa una descalificación para el texto. Todo lo contrario. Se trata de un libro divertido, ameno, que se puede tomar en cualquier punto, con algunos apartados gráficos... requisitos indispensables de la literatura de W.C.
lunes, septiembre 15, 2008
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