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martes, julio 10, 2007

El tetiño y la bloguista madre

A veces me siento tentada a contarles que mi hijo le dice "tetiño" al corpiño o que dice que el jardinero "le corta las uñas a las plantas". Pero entonces me acuerdo de los geniales estereotipos de Bestiaria. Uno de los mejores (por sentir identificación) es el de la bloguista-madre:


"La blogósfera es un hervidero de madres jóvenes que han dejado -provisoriamente o no- su carrera para poder cuidar de sus hijos. No es extraño, entonces, que semejante cambio de planes, las haga oscilar entre la gloria y la depresión. Y esa rutina contradictoria es, justamente, su mayor atractivo. El embobamiento con sus hijos, las diferencias con la familia política, las discusiones conyugales, las dudas primerizas, las quejas intermitentes, son una valiosa materia prima de escritura. Están agotadas, recluidas, desesperadas por hablar con algún adulto. Ser madre las conmueve, las completa, pero extrañan tener las uñas pintadas de rojo, poder ver televisión en paz o comer sin nadie a upa en un restaurant.Las más divertidas logran seducir a sus lectores con su novedosa rutina. Intercalan anécdotas de cuando eran solteras, confiesan vicios de madre culposa o incluso aprovechan para ventilar intimidades de su marido (que muchas veces no sabe de la existencia del blog). Las más pesadas, en cambio, nos duermen con insoportables descripciones sobre la papilla de su hijo (que siempre es feo, no sé por qué), relatos ordinarios de reuniones familiares, fotos de su niño con un disfraz deprimente (hecho con papel crepe y una bolsa de consorcio) y, –lo que es peor- con loas a la astucia del mocoso, que supuestamente es un genio porque ya no se caga encima. Su escritura es variada. Cada una tiene su estilo. Sin embargo, hay un elemento en común. Desde las más felices a las más desgraciadas, todas, usan el blog para escapar un rato de la rutina agotadora de ser mamá. Las primeras capitalizan su actitud de madre atípica, y las segundas, están absolutamente consagradas a probarle a sus lectores que son las madres más devotas del mundo. La misma anécdota nos sirve de ejemplo:
“hoy fuimos con los chiquis al zoológico y la verdad es que la pasamos bárbaro. El padre nos dejó en la puerta y allí fuimos los 4! Listos para la aventura!! A F. los animales le dan como miedo, así que la lleve a upa. La más chiquita en cambio se escapaba a todos lados, el hermano tenía que agarrarla en las jaulas porque se iba adentro! Yo era igual de chica, mi hermana Paula me decía “Terrible irenita” porque era tremenda!!!!!! La cosa es que la pasamos genial, comimos sanwichitos, vimos los delfines que le encantan a J, y después nos volvimos contentos a casa. El zoológico la verdad es que está rebien, pero es un poco caro adentro…”
o, en el caso de las primeras:
“hoy tuve que ir al zoológico con los dos chicos y el padre. O sea, con tres chicos. Desde que me hice pis en el jardín que no pasaba tanta vergüenza. Nos retaron porque mi marido le había dado un pancho a un mono, que encima se lo revoleó, lleno de condimentos, a una señora que estaba ahí. Les digo la verdad, yo hago el esfuerzo porque a los chicos les encanta, pero es un garrón. Te la pasás horas caminando en círculo para ver un puto león a 200 metros y a la media hora ninguno quiere seguir caminando y te piden upa llorando, te sentís culpable, y los tenés que cargar. Y encima terminé agotada, porque F. me preguntaba cómo se llamaban los bichos, que comían, en donde vivían…. Y qué se yo que come el panda rojo, así que inventé, le dije que comía acelga. Hay acelga en china?" Seguir leyendo este artículo acá...

Entonces: a no caer en lo que uno encuentra patético en el prójimo, y les cuento que estoy leyendo la premiada Bolivia construcciones, pero que no me gusta mucho.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

sí, ya sé que me vas a decir que soy un tradicionalista, o conservador... pero no puedo dejar de recomendarte, en tanto que "Bolivia construcciones" no te está gustando mucho, los magníficos "Diarios", de John Cheever (que vienen, esta vez, con las muy justas notas al pie de Rodrigo Fresan).
un placer el leer algo así.
saludos

Anónimo dijo...

Pero te las arreglaste para difundir el tetiño que es una obra maestra de los neologismos infantiles ;-)

Un abrazo desde La Plata, Monica

Anónimo dijo...

jajajjaja!
un pancho a un mono!
jajajja
muy bueno.

-qué comentario poco interesante...-

Sibelius dijo...

Marcelo: tengo en vista los diarios de Cheever. Sigo tu huella, pero las boludeces que leo en medio me desvian del camino...