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domingo, mayo 20, 2007

fotos + coro religioso + comida macrobiótica

Extraño combo, sin lugar a dudas. Quién nos lo puede ofrecer sino Galileo en su bizarra peluquería/ espacio de arte en Mario Bravo entre Edison y Posadas. La cita era a las 19 hs. Encontramos el lugar ya lleno de gente, y Galileo nos hace pasar mientras termina de teñirle el pelo a una señora.

La peluquería, pintada del piso al techo por Miguel Ángel Maidana es una especie de Capilla Sixtina del Cómic. La muestra que nos presenta en esta oportunidad es impactante. Se trata de fotos y videos de Donatella y Wald Fulgenzi. Las fotografías exibidas dan cuenta de más de treinta años de carrera, principalmente retratos de personalidades aparecidos en el periódico español El Mundo y en la revista japonesa Spur, medios de los que fue corresponsal fotográfico en los años noventa.

Después de mirar las fotos en medio del atiborrado espacio entra un coro de niños de la iglesia de San Juan y Colón que nos cantaron un par de temas sobre su amor a Dios. Sin solución de continuidad, aparece José Olarce, cheff de cocina macrobiótica y conductor de un programa radial sobre esa temática [Cocina concert, que se puede escuchar los sábados de 10 a 11 en la FM Inolvidable, 105.5]. José nos explica las ventajas que ofrece a nuestro organismo el tipo de comidas que él prepara y nos convida a todos panes integrales, hummus y Jalvah [¡y hasta nos da un papelito con las recetas!].

Galileo, que ya terminó de hacerle el teñido rojizo a la chica, oficia ahora de maestro de ceremonias y, con un gorro de Rey Mago, nos va conduciendo por el curioso evento que culmina con la proyección de un video de los filmmakers Donatella y Wald Fulgenzi, que consiste en un corto sobre Miguel Ángel Maidana, curioso artífice de esta nueva movida cultural en Mario Bravo.

Más allá del espectáculo del sábado, les recomiendo a todos que vayan a ver las fotos de los Fulgenzi, y también que no se pierdan el próximo evento en la peluquería, tan diferente a la típica inaguración con copa de vino [que igual nunca es despreciada] a la que estamos acostumbrados.