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lunes, febrero 26, 2007

X e Y en la crítica de Coldplay por América Latina

A contramano de la crítica -especializada y no- diré que me encantó el show de Coldplay en la Argentina. La decisión de hacer la presentación en América Latina en teatros me pareció muy buena, aunque creo que muchas de las críticas derivan de allí. Se trató de un espectáculo sin la parafernalia y grandiosidad de un estadio. Un show simple, que sólo puede gustar a quien le encantan las melodías y letras de Coldplay. No lo irías a ver porque su líder sea un sexy, ni porque el espectáculo sea imponente, ni porque haga demagogia con el público... lo vas a ver si te conmueve "Fix You". Nada más.
Por otro lado, es mentira que el show fuera mezquino, breve, sin onda, o que sólo hayan hecho las canciones de su último disco. El recital consistió en una recorrida por los temas más conocidos de todos los discos, incluyendo versiones acústicas de algunos hits que fueron verdaderamente sentidas y sensacionales.
Entonces claro, fue medio un show para fanáticos, como es natural en un recital pensado para pocos, en relación a un estadio, no por el precio de las entradas o alguna actitud snob. El hecho de que el público de Coldplay sea tranquilo, no dado a escándalos o a desbordes contribuyó -para mí- a la posibilidad de disfrutar el show; para otros, a reforzar la idea de aburrimiento.
Otra acotación al margen: no es cierto que hubiera mayoría de mujeres como se sugirió en Chile y Argentina. Eso lo dicen los críticos que no se bancan que Chris Martin sea lindo, pero que no la juegue de nada...
Es obvio que se puede decir de Coldplay que no marca un camino que no haya sido seguido por otros: buen pop inglés con corrección política no es una receta alocada... Pero, tal vez, en el pop sólo valen las buenas canciones... y no hay duda de que esta banda las tiene.

viernes, febrero 16, 2007

Métrica 5


Ya está en la calle el número 5 de la Revista Métrica!!!

En este quinto número podrán disfrutar (o no) de nuestras secciones habituales: Discos y Libros recomendados, Música visible, Lo espinoso, Blogósfera... Con algunas ligeras modificaciones en Sobre gustos: en lugar de encontrar en esta sección comentarios contrapuestos sobre discos y libros, ofrecemos dos listas encontradas sobre los mejores libros del 2006.
Arte local está dedicado a Enrique Ranzoni, que acaba de finalizar su muestra en Sael.
El Dossier alfabético coleccionable, llegando ya a la “E”, está dedicado a Bill Evans. Por otra parte, la Cartelera anticipa información sobre el evento más importante del año: el Festival de Cine.

La tapa es una foto de Gustavo Morales: con un clon de Fernando Pessoa (no es trucada)

jueves, febrero 15, 2007

Abbey Road, Concert-Bar?

Recibimos la siguiente gacetilla de prensa:

Amigos!

Próximamente.......... El Lugar que estábamos esperando....................
ABBEY ROAD, Concert-Bar

http://www.grpress.com.ar/webs/varias/abbeyroad/index.htm

<>

sentimiento incontrolable producciones

juan b. justo 620, t.e.: (0223) 480-7969 / 155-189942

Suena muy bien, por favor más datos!!!!!

Malditos correctores: Scorsese

Acerca de los cerdos y de quienes los alimentan

A las 0:40 del domingo 11 de febrero, al salir de la Sala 2 del Cine Ambassador, pedí el libro de sugerencias para escribir lo que sigue:

Es insultante para un director como Martin Scorsese, quien supongo habrá pensado durante horas, días, semanas, cómo estructurar la narración de “Los infiltrados”, que esa estrategia sea corrompida por un absolutamente innecesario cartel de intervalo, una arenga a consumir panchos, gaseosas y pochoclos, y un par de temas de Jorge Drexler.
Podría contemplarse la interrupción si se tratase de un film para niños o de una película de cuatro horas de duración, pero en el caso de “Los infiltrados”, de dos horas y media, dirigida a un público adulto, el intervalo es una falta de respeto a todas las personas involucradas en el proceso creativo (desde los productores hasta los choferes) y a los espectadores que queremos apreciar la tarea de los cineastas tal como fue concebida. Los carteles que avisan “intervalo” en los afiches de promoción ubicados sobre la calle Córdoba no hacen menos ominosa esa práctica.
Tal vez sea tan descorazonante como lo anterior ver al ejército de consumidores que responden al acicate publicitario y salen de la sala para regresar con sus vasos de Coca Cola, paquetes de pochocho y bandejas de papas fritas y demás enseres indispensables para disfrutar un film. Difícil elección: resignarse al encierro y al VHS o DVD, o alimentar las arcas de empresarios tan interesados en la difusión del séptimo arte como en la venta de palomitas de maíz o, como parece ser, interesados en la proyección cinematográfica para potenciar las ventas de pochoclo.

miércoles, febrero 14, 2007

Cuarenta años de humor político


El Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos organizó una muestra en vinculación con el aniversario de la revista Acción. De esta manera, realizan una interesante exposición que actúa como retrospectiva de la carrera de Oski, Viusti, Fontanarrosa y Paz (dado que los cuatro escribieron para la revista). Pero claro, el humor político siempre tiene una nota amarga. Sobre todo visto en su conjunto. Cuando encontramos chistes de los ’70, los ’80, los ’90 y el 2000 y sólo cambian detalles de fondo pero no los problemas, la risa se transforma en rictus y la carcajada en encogimiento de hombros. Un buen ejercicio de historia argentina, humor gráfico y masoquismo.
Uno de los que más me gustó es de Fontanarrosa en 1985. Un periodista le hace una nota a un político. Este dice de manera grandilocuente: “Que la historia me juzgue”. Para rápidamente aclarar: “Total, si en cien años me dan perpetua, qué me importa.”
Y también uno de Paz del 2002 en el que Duhalde habla con el Ministro de Economía. El presidente le pregunta al ministro como va el acuerdo con el FMI, y el funcionario contesta: “para el c...” Luego Duhalde pregunta como va el desempleo. El ministro contesta: “para el c...”. A continuación el presidente pregunta por la reactivación. Y el ministro contesta: “para el c...” Ante las quejas del presidente, Remes contesta: Este es el famoso PLAN C.

¡Qué noche Bariloche!

Fui a ver el espectáculo de Alberti y Capusoto. Esos tipos son mis ídolos. Me gustarían haciendo cualquier cosa. Pero aún así puedo discernir. Y decir que este espectáculo es mejor que Una noche en Carlos Paz. Obviamente, para quien no le gusta este tipo de humor, encontrará absurdos sus matices (¿quién piensa en pinceladas cuando hablamos de pintura de brocha gorda?).
Pero, es evidente que en este espectáculo la pareja cómica pone más de sí: monólogos más largos y estructurados, la aparición de nuestros personajes favoritos: Irma Yusid y Peperino Pómuro. En el show anterior había, tal vez, un abuso del recurso de la pantalla, que ni siquiera mostraba imágenes hechas para el espectáculo, sino lo tradicionales clips de Todo por $2. Claro, en un momento en que el programa había salido hacía poco del aire los fanáticos se congregaban para ver las escenas de siempre, e incluso corear los hits.
Ese es otro cambio con respecto al espectáculo actual. En una sala completamente colmada podían distinguirse con facilidad a los fanáticos (aire medio nerd infaltable) y a las familias de turistas que habían llegado al espectáculo casi por casualidad. Lo mismo daba ése... que el de la sala de al lado: Cacho Garay. Y hacer reír a este otro público debe suponer para los cómicos un desafío más grande. Porque quienes seguimos la línea Cha-cha-cha/ Delicatessen/ Todo por $2 nos tentamos con cualquier guiño, sólo porque tenemos ganas de hacerlo. En cambio, el resto del público debe primero acomodarse a la línea de humor absurdo. Por eso, los números del comienzo: desde el pedido de “No filmen, no fotografíen, apaguen el celular y métanselo bien en el ojete”, pasando por la imitación de Jorge Corona y su humor chabacano, siguiendo por Ricardo "Ascona" y sus letras patéticas, nos van preparando para números crecientemente absurdos: Gardel canta Queen, Irma Jusid que entra tocando en el saxo la marcha peronista y fusiona un discurso sobre política y falopa. Para mí esta parte fue la mejor de la noche: un joven abandonado por su novia que se suicida cuando se va a San Clemente del Tuyú y escucha a Peter O’Toole. Un empresario dueño de una agencia llamada “Bueno... nada”. Una de las clásicas descripciones de marginales que “te van a agarrar”: un tipo con una remera que reza: “Yo estoy por debajo de la línea de pobreza, pero tu mujer está arriba mío”.
Quienes quieran verlos, sólo tienen un par de oportunidades más, ya que el espectáculo está sólo los días lunes en las renovadas salas de Luro y Corrientes.

jueves, febrero 08, 2007

Muñiz u otras estaciones

Vi una obra de Guillermo Yanícola hace unos meses. Entonces fue que me enteré de la existencia de este músico/escritor/actor/director/profesor/clown. Disparate es una obra alucinante en muchos aspectos, pero seguramente lo que más se destaca es el texto. Lo ingenioso del texto. El juego con las palabras que le permite el humor, la ironía, el drama. Cómo con elementos simples crea un conjunto complejo. Y eso es lo que pasa con las mentes creativas. Que a partir de materiales con los que a nosotros no se nos ocurriría nada, ellos arman cosas poderosas.
Bueno, eso es lo que ocurre también con Muñiz u otras estaciones, obra escrita y dirigida por Yanícola. Para comenzar, la puesta en escena es impecable: música, decorado, luces, vestuario. Todo sencillo, pero perfecto en su juego de correspondencias, colores, texturas, sonidos. Los clowns en el escenario son fantásticos. Por el manejo de sus gestos, su cuerpo, la manera de decir esas pocas extrañas líneas que tienen en idiomas ajenos o inexistentes. Y el recurso básico de la obra es bárbaro: siete payasos esperan el tren en una estación en andenes encontrados. El juego de luces nos permite ver, como el corte de una cámara, la secuencia de lo que acontece en un andén y otro. Y el bajar del escenario y correr entre las sillas se equipara a bajar a las vías y cruzarlas. Con ese recurso sencillo +excelentes actores+buena música+sonidos se logra una obra original y divertida que aplaudís con ganas. Que recomendás con entusiasmo (como yo ahora). Con cuadros que recordás al día siguiente y te reís sola.

PD: Sé de muchos que discriminan los espectáculos de clowns por considerarlos circenses, o últimamente, espectáculos de arte callejero. Pero que exista algún payaso patético que intenta distraernos en el semáforo y nos induce a pensar que no haría tan mal limpiando el vidrio, no nos autoriza a desmerecer una disciplina difícil. Para quitarse el prejuicio, nada mejor que ver a estos payasos esperando el tren.

Podés ver Muñiz u otras estaciones los martes a las 23 y los miércoles a las 21.30. En la Alianza Francesa. En esa misma sala también se pueden ver Disparate, Los fines, Floresta –las otras obras de Yanícola- y también comprar sus libritos.

lunes, febrero 05, 2007

Excusa para copiar poema que me gustó mucho

No suelo leer poesía. Ni siquiera es por prejuicio o algo así. Es que hay muchos libros para ser leídos y hay que hacer algún recorte para no volverse loco. Entonces, como nunca se me dio mucho por la poesía considero que no tengo parámetros para juzgarla (aunque en rigor, tampoco tengo criterios válidos para juzgar nada).
Pero tomo el libro de poesía de Vivien Kogut Durante la noche + poemas inéditos porque me lo regaló Santiago Llach: sería una descortesía no leerlo y los libros de Siesta son muy atractivos. Vivien Kogut es una joven poeta brasileña cuyos poemas nos llegan gracias a la traducción de Mariana Mariasch. Y son hermosos. Francamente bellos. Sencillos y deliciosos. ¿Qué más decir? Que si empiezo a leer poesía se extiende ante mí todo un universo. Y les copio un poema de Vivien.

Nosotros en el mundo

Cuando la tristeza es niebla
y se extiende en mí, espuma
en las piedras de la playa,
abro los ojos
y vos, gorrión
volando en todo, alas y
alborozo de ardilla
pequeño señalando
el tiempo de mirar el mundo
toda la luz insospechada
de un instante vivo
pasás hecho un comienzo caliente
tu sonrisa enciende el tiempo.

Miradas al desnudo

“Amaba un cuerpo humano como una armonía material, como una bella arquitectura, más el movimiento; y ese materialismo absoluto no estaba lejos del idealismo más puro”.

Charles Baudelaire

La muestra Miradas al desnudo en el Auditorium es verdaderamente sorprendente. Con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación se exponen obras del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Pero la propuesta tiene el atractivo de un recorte temático interesante: se muestran desnudos desde diferentes expresiones: fotos, dibujos, pinturas. Increíble que a pasos de los lobos marinos y de una banda que canta aún peor que en su versión original el Bombón Asesino, estemos mirando un dibujo de Picasso, otro de León Ferrari, un cuadro de Schiaffino y fotos de Grete Stern. Pero a veces esos milagros ocurren. Y además, en una muestra bien organizada, acompañada por textos literarios que reflexionan sobre la temática: el cuerpo desnudo y la mirada sobre él.

Una sola cosa me pareció mal. Cuando venía entrando atolondrada al teatro, veo que paran a unos chicos y les dicen que no pueden pasar. Me quedo parada escuchando las razones porque no tenía ganas de subir la escalera inútilmente si no estaba disponible la muestra. Pero no, les decía que no se podía pasar con ropa de playa. No estaban con el torso desnudo ni en patas. ¿Por qué después de salir de la playa popular no podemos ir a ver una muestra? Tal vez era una directiva ridícula inventada por el personal de seguridad (gente proclive a prohibirle cosas a los otros porque se le ocurre) porque no creo que la curadora Verónica Tell o la gente de la Secretaría de Cultura organice una muestra como ésta, con los costos de trasladar las obras y demás, e impidan que la gente la vea.

Julián Rodríguez en Galileo

El día sábado a las 19 comenzó la muestra de Julián Rodríguez en Galileo.
A veces en algunas exposiciones hay cosas más interesantes que decir sobre la presentación que sobre la obra. Eso suele ser porque los trabajos no nos convencen del todo. En el caso de Julián Rodríguez ocurre por razones diferentes. Quienes hemos tenido el placer de ver sus fotos ya sabemos que es muy bueno, aunque cada trabajo pueda sorprendernos. La serie que nos muestra en esta oportunidad es de fotos nocturnas: campos, árboles, perros, estrellas. imágenes sencillas con gran fuerza expresiva.
Pero si hablamos del lugar de exposición pasamos a un tema alucinante. Porque se trata de un centro cultural en una peluquería en Edison y Mario Bravo. Al lado, una gomería. A unos metros, la humareda de la quema de basura. Nada de impostación de qué locos somos a lo Palermo Hollywood. Cuando llegamos verdaderamente le están cortando el pelo a un tipo. Las paredes de la peluquería tienen dibujos hasta el techo. La presentación de las fotos nos brida un espectáculo con música que se ha ofrecido a tocar la gente del barrio. Y la gente del barrio también se acerca a mirar las fotos!!!!
Entre tanto programa monótono, les propongo ir a Galileo a mirar las fotos de Julián.